Monseñor Saiz recibe el palio arzobispal

Religión

La prenda, impuesta por el nuncio del Papa en España, simboliza la plena adhesión a la Iglesia

El nuncio imponiendo el palio arzobispal a José Ángel Saiz Meneses.
El nuncio imponiendo el palio arzobispal a José Ángel Saiz Meneses. / José Ángel García
R. S.

11 de septiembre 2021 - 20:00

El nuncio del papa Francisco en España, Bernardito Azúa, impuso este sábado el palio arzobispal a José Ángel Saiz Meneses, pastor de la Archidiócesis hispalense, tras su toma de posesión en junio, una insignia o prenda eclesiástica de lana virgen que portan exclusivamente los arzobispos y que evoca su plena adhesión a la Iglesia y su comunión con el Santo Padre.

A la celebración eucarística en el Altar del Jubileo de la Catedral de Sevilla acudieron el cardenal arzobispo emérito Carlos Amigo; el también arzobispo emérito Juan José Asenjo y los arzobispos y obispos de las diócesis sufragáneas de la Provincia Eclesiástica de Sevilla: José Rico, de Asidonia-Jerez; Rafael Zornoza, de Cádiz y Ceuta; Demetrio Fernández, de Córdoba, y Santiago Gómez, de Huelva. De su lado, José Mazuelos, de Canarias, y Bernardo Álvarez, de Tenerife, no pudieron estar presentes en esta ceremonia.

Al inicio de su homilía, Saiz explicó que el palio “expresa la comunión y la colegialidad de los obispos; es símbolo de unidad y vínculo de comunión y de caridad entre las Iglesias particulares”. Agradecido al Santo Padre por su nombramiento y entrega del palio el 29 de junio en la basílica del Vaticano, el arzobispo de Sevilla expresó sus sentimientos “de fidelidad y de obediencia” al obispo de Roma.

“El palio, por tanto, nos recuerda a Cristo mismo, que como buen pastor carga sobre sus hombros a la oveja perdida, para llevarla de nuevo a casa. Cuando se impone el palio sobre los hombros se recuerda al pastor que pone sobre sus hombros la oveja perdida, la cual por sí sola ya no encuentra el camino de retorno a casa, y la devuelve al redil. Los padres de la Iglesia vieron en esta oveja la imagen de toda la humanidad. El pastor que la devuelve a casa solamente puede ser Cristo, que nos carga a cada uno de nosotros sobre sus hombros y que por el camino de su sacrificio redentor en la cruz nos lleva a casa”, añadió.

Elaborada en Roma con lana de corderos bendecidos

El palio ha sido tejido con la lana de los corderos que el obispo de Roma bendice todos los años en la fiesta de Santa Inés y que “recuerda a los corderos y las ovejas de Cristo, que el Señor resucitado encomendó apacentar a Pedro”.

La confección de los palios está reservada a las monjas benedictinas del Monasterio Romano de Santa Cecilia. El palio es una prenda eclesiástica que consiste en una faja de lana blanca, de entre cuatro y seis centímetros de ancho, confeccionada en forma de collar con dos extremidades, una por el pecho y otra por la espalda, que lleva bordada seis cruces de seda negra, cuatro en el collar y otras dos en las extremidades.

stats