El alcalde cuestiona sin herir la injerencia del PSOE regional para desbloquear la huelga de Tussam el pasado martes de Feria e insiste en que la delicada situación económica de la empresa obligará a privatizar varias líneas. Monteseirín, que ha estado ausente de la caseta municipal el pasado fin de semana, regresó ayer a la actualidad pronunciándose por el asunto que ha marcado la vida municipal durante la semana de farolillos: la intervención de la secretaria de organización del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, que citó a los representantes sindicales en la sede del partido para conseguir el objetivo de restablecer el servicio a partir del miércoles. El alcalde defendió ayer la autonomía del Ayuntamiento para gestionar estos asuntos, aunque sin criticar directamente la intervención del partido al que pertenece: "En las relaciones laborales entre la empresa y los sindicatos hay que dejar un margen de autonomía, aunque, eso sí, siempre primando el diálogo. Estas negociaciones son muy delicadas y requieren autonomía".

El alcalde defendió el trabajo desarrollado hasta ahora por el equipo del ya ex vicepresidente de la empresa, Guillermo Gutiérrez, y el gerente Carlos Arizaga, que elaboraron un plan de privatización que incluye la desparación de 140 puestos de trabajo eventuales y la privatización de varias líneas. Monteseirín aseguró que estas propuestas no responden a planteamientos "caprichosos", por lo que apostó por mantener estas iniciativas en la mesa de negociación: "No es algo que podamos cambiar porque responde a una necesidad de la empresa. Se necesitan estas medidas. Lo que hacemos es defender el interés general de la ciudad y de los usuarios". Insistió en que determinadas propuestas no pueden ser retiradas por el hecho de que haya una huelga.

Monteseirín refirió la urgente necesidad de reducir costes para salvar la situación de una empresa a la que prácticamente se le ha acabado el crédito en los bancos y que sobrevive como puede con las transferencias directas que recibe de las arcas municipales, cada vez más lastradas por la situación de esta empresa municipal. El alcalde fue claro al explicar que para "salvar el carácter municipal" de la gran mayoría de líneas de la compañía hay que apostar por la externalización de otras líneas. Esta declaración supone que el alcalde, al menos sobre el papel, no da un paso atrás en el plan diseñado por Gutiérrez y Arizaga.

La forma en que se desbloqueó la noche del martes la huelga de Tussam se ha cobrado la dimisión del hasta entonces vicepresidente ejecutivo de la empresa, Guillermo Gutiérrez, que calificó de "indignidad" y "doble brutalidad" que la negociación se llevara a cabo en la sede del PSOE y por iniciativa de una dirigente política, Susana Díaz. Los representantes sindicales forzaron este encuentro el martes con una protesta delante de la caseta municipal y posteriormente a las puertas de la caseta del PSOE, donde se encontraba la sceretaria de Organización, que salió a recibir a los manifestantes y los emplazó a una reunión vespertina en presencia de Francisco Fernández, presidenteb de Tussam.

La ausencia de Griñán en la caseta municipal

El martes de Feria se esperaba en la caseta municipal la presencia del presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE de Andalucía, José Antonio Griñán. Ese día se celebraba la recepción al sector del empresariado, el turismo y las hermandades, pero Griñán no acudió por la concentración de decenas de sindicalistas de Tussam protestando con carteles a las mismas puertas de la caseta. Al presidente se le esperaba posteriormente para presidir la recepción oficial de la caseta del PSOE, a la que sí acudió, ya alertado telefónicamente de que los manifestantes se habían trasladado a esta caseta ante la ausencia del alcalde en la municipal. Su número tres, Susana Díaz, se encargó personalmente de disolver la protesta instando a los representantes sindicales a una reunión de urgencia en la sede del partido que fue clave.