Moriña se perfila como uno de los dos portavoces adjuntos del PSOE

Un portavoz y dos portavoces adjuntos. Los socialistas preparan estos días la configuración de su grupo político en el Ayuntamiento, que quieren tener perfilado mañana jueves. Los tres partidos con representación en la Plaza Nueva negocian esta semana todos los detalles relacionados con los sueldos y la logística. El PSOE quiere tener dos portavoces adjuntos como el PP ha tenido estos últimos cuatro años. Como novedad, ambos concejales podrían cobrar como si fueran ediles del gobierno. Esto es, podrían tener unos ingresos anuales de 50.000 euros aproximadamente. Hasta ahora, los dos portavoces adjuntos del PP que han ejercido la oposición han cobrado un sueldo como el resto de sus compañeros (en torno a 1.800 euros mensuales), pero esta circunstancia podría cambiar sustancialmente.

En el grupo socialista puede ocurrir ahora lo mismo que en el PP hace ahora tres años, cuando Juan Ignacio Zoido renunció a cobrar de las arcas municipales y prefirió acogerse a su sueldo como diputado autonómico. Todo indica que el portavoz del PSOE y líder de la oposición seguirá cobrando como senador, un cargo que le proporcionó el partido casi al mismo tiempo que recibió la encomienda de ser el cabeza de lista electoral.

Los dos portavoces adjuntos estarían justificados por la necesidad de cubrir los huecos que dejará Espadas al cumplir cada semana con sus responsabilidades como miembro de la Cámara Alta. Uno de los portavoces adjuntos será Alberto Moriña con toda seguridad. Moriña ha ejercido como portavoz del grupo socialista desde hace ya más de un año y está suficientemente curtido en la vida municipal, una característica que no poseen la mayoría de los nuevos concejales socialistas, que debutan ahora en el Ayuntamiento. Moriña es, además, de la máxima confianza de la secretaria de Organización del PSOE de Andalucía, Susana Díaz.

Para la otra portavocía adjunta se barajan los nombres de Mercedes de Pablos, número dos de la lista, o de Eugenio Suárez Palomares, número tres. Aunque de ambos se anuncia que no estarán con dedicación exclusiva.

La negociación sobre el organigrama de la nueva Corporación se lleva a cabo en una mesa formada por representantes del PP, PSOE e IU. Se da por hecho que los 11 concejales del PSOE y los dos de IU tendrán que conformarse con despachos en la planta más alta del Ayuntamiento, conocida popularmente como el palomar. La tesis del PP es que en estas dependencias han trabajado en los últimos años sus 15 concejales, el personal eventual del grupo y los asesores de comunicación, por lo que se considera un espacio más que de sobra para los 13 concejales que suman ambas formaciones de la oposición y sus correspondientes administrativos y asesores. La planta baja y la primera planta serán ocupadas por el PP, que se ha hecho fuerte en la negociación con los 20 concejales obtenidos, el récord en la democracia.

PSOE e IU no tienen argumentos para exigir otras dependencias en zonas mejor colocadas, pues el PP pidió un despacho en la planta baja hace cuatro años y le fue denegado. La clave de la ubicación de los despachos está en facilitar el acceso a las visitas de vecinos y representantes de entidades que acuden de forma cotidiana a los grupos políticos.

La negociación de los organigramas y del reparto del espacio no está provocando ningún conflicto. Se ha llegado al acuerdo de celebrar la toma de posesión por la tarde para facilitar la asistencia del líder nacional del PP, Mariano Rajoy, pues en las últimas ocasiones siempre se ha celebrado un sábado por la mañana.