Discretamente, como vivió siempre, ha fallecido en la Puerta de Carmona don José Robles Gómez. El velatorio será a partir de las 19:00 en la iglesia de San Esteban esta tarde.  El funeral, presidido por el arzobispo de Sevilla será a las 10:00 en el mismo templo. La Hermandad de San Esteban, como señal de respeto ha vestido a la Virgen de los Desamparados de luto. 

El cura de San Esteban, el director del secretariado de Justicia y Paz del Arzobispado de Sevilla y quien siempre buscó a Dios en la cara del necesitado. Ha muerto tranquilamente, mientras leía, su gran afición. Le encantaba comentar todo lo escrito: las noticas del periódico, el último libro, la última encíclica. 

Era un ávido lector tanto de textos como de las almas humanas. Le bastaban tres preguntas para sacar de su interlocutor lo mejor que tenía y hacerle sentir como su amigo del alma. Tenía la virtud de dar paz y complicidad hasta al más ferviente ateo y nunca juzgaba a nadie. Intentaba calzar los zapatos de todos porque "cada uno es cada uno y tiene su cadauná" y jamás juzgaba a nadie. Eso sí, si alguien le pedía consejos abría un amplio abanico de posibilidades para después decir que Dios nos hace libres, también para elegir.

Afirmaba que Dios nos había dado a cada uno de nosotros un talento y que el mayor pecado era no desarrollarlo. Todos somos magníficos en algo. Hay que descubrirlo. 

Miró cara a cara a Jesús en cada uno de sus vecinos de La Pañoleta, el Arenal o la Puerta de Carmona y se mantuvo comprometido siempre con los trabajadores y sus reivindicaciones. La puerta de su casa, pegada a la entrada principal de San Esteban en la calle Medinaceli, ha estado siempre abierta. Es cierto que una placa indicaba las horas de despacho, un adorno que nunca hizo falta. Cualquiera llamaba al timbre y le oía bajar las escaleras corriendo para, casi sin preguntar, abrir la cancela. 

Nació hace 88 años en el Puerto de Santa María, Cádiz. Trabajó llevando los tapones de corcho de unas bodegas cuando era un crío porque había que ayudar en casa. De allí hasta el seminario menor de Sanlúcar de Barrameda con solo 11 años.

Inmediatamente pasó al de Sevilla, donde estudió Filosofía (ese continuo amor por pensar) y Teología. Cuando se ordenó sacerdote, en 1959, pasó por las parroquias de Nuestra Señora de Guía (La Pañoleta), el Cerro del Águila y el Sagrario y una incipiente parroquia de Jesús Obrero en el Polígono Sur. En 1970 es nombrado rector del templo de San Esteban, cargo que desempeñó hasta agosto de 2020.

Siempre repetía que la dignidad de la persona "empieza por un trabajo digno". Fue delegado diocesano de Pastoral Social y uno de los impulsores de la Fundación Cardenal Spínola de Lucha contra el Paro, que ha apoyado numerosos proyectos laborales con los que personas en dificultades económicas han podido salir adelante con su trabajo. Además, impulsó, entre otras cuestiones, numerosas campañas a favor de destinar el 0,7% del PIB a los países en vías de desarrollo y de la condonación de la deuda externa. Siempre comprometido, entre los años 1974 y 1975 fue consiliario de la Hermandad Obrera de Acción Católica y de la JOC.

Desde hace 14 años las hermandades de la Virgen de la Luz y San Esteban crearon la beca Don José Robles Gómez, rector de la iglesia de San Esteban en su honor.

En 2021, el Ayuntamiento puso su nombre a una calle de la Puerta Carmona, muy cerca de su siempre querida iglesia de San Esteban.