Massimo Sardeli, copropietario del restaurante Porta Rossa y embajador de la mejor cocina toscana en Sevilla, ha fallecido este miércoles como consecuencia de un fulminante cáncer de esófago diagnosticado hace sólo unos meses. Por su restaurante de la calle Arenal han pasado la flor y nata de la sociedad sevillana, atraídos por una cocina de alta calidad en la que la bistecca florentina era el plato estrella de la carta.

Massimo Sardelli era natural de Poggibonsi, un pequeño pueblo de la Toscana italiana muy vinculado a la producción del famoso vino de chianti, aunque siempre se le vinculará a su amada Florencia. Llegó a la ciudad de Sevilla en 1986 siguiendo a su hermano mayor, Rico, que había abierto una conocida tienda de ropa de hombre muy al estilo italiano. En esa tienda comenzó ayudando a su hermano y conoció al que se convertiría en su socio durante su aventura gastronómica: Juan Manuel Piru Balón. Juntos apostaron por abrir en 1991 el restaurante Porta Rossa, situado en un primer momento en la calle Pastor y Landero y trasladado después a la calle Arenal, donde se ubica desde 2011.

Desde su llegada a Sevilla, Massimo Sardelli supo empaparse y vivir a la manera del sevillano. No en vano, como recuerda el pintor Ricardo Suárez, uno de los habituales del restaurantes, "hay muy pocas diferencias entre los sevillanos y los florentinos".

Con su buen hacer y simpatía, Sardelli fue agigantando un negocio en el que la calidad lo era todo, como su trato amable y cercano a los clientes. En el Porta Rossa se ofrecía auténtica cocina de la Toscana, nada de pizzas, y platos de muy alta cocina, como la laureada bistecca.

Su distinguida y culta clientela, con destacados políticos, empresarios, periodistas, acudían a disfrutar de la agradable experiencia Porta Rossa, que iba mucho más allá de la comida. Por su restaurante han pasado muchos personajes famosos y familias de la ciudad, como la Duquesa de Alba, Curro Romero, Javier Arenas, José Chamizo, el abogado Joaquín Moeckel, Antonio Burgos y su mujer Isabel Herce, el pintor Ricardo Suarez, el periodista Jesús Vigorra... 

Sardelli, integrado perfectamente en la sociedad sevillana, nunca perdió el contacto ni la relación con su país natal. A su villa de la Toscana han acudido a lo largo de los años numerosos artista y famosos para seguir disfrutando de su hospitalidad.

Hace unos pocos meses le diagnosticaron un cáncer de esófago que se lo ha llevado de manera fulminante. Con su pérdida, la ciudad pierde a un referente gastronómico y una persona muy querida que supo captar la esencia del sevillano y se integró desde el primer momento.