Autorizados los toldos en la Avenida. La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico ha tomado conocimiento en sentido favorable del estudio previo para la instalación de infraestructuras de sombra en la Constitución. Los técnicos sostienen que el proyecto tiene por objeto dotar a la Avenida de un sistema de toldos para reducir el calor con la finalidad de recuperar esta arteria del centro tan importante para el tránsito de los ciudadanos, manteniendo la actividad y la continuidad en la prestación de los servicios.

En la documentación expone Patrimonio que los toldos irán en una posición centrada sobre el eje de la Avenida, diferenciando unos tramos de otros para no interferir en la imagen y contemplación de los monumentos más representativos, “teniendo en cuenta la saturación de elementos con la que cuenta actualmente como señalética, arboleda y mobiliario urbano, a los que se añaden terrazas de veladores, expositores, puestos de venta ambulante y músicos”.

La colocación de los toldos se hará en cinco tramos, cubriendo la franja comprendida entre las alineaciones de farolas de fundición que flanquean longitudinalmente la Avenida y con una separación variable distinta en cada tramo. La viabilidad técnica de la nueva propuesta del equipo de José Luis Sanz ha sido analizada por la empresa Heliopol, que fue adjudicataria del proyecto a finales de 2021. Para ello se han realizando varios ensayos para conocer la resistencia de las farolas fernandinas reforzadas. Una vez confirmadas las características geométricas y mecánicas de los báculos de acero que conforman los soportes, se ha completado la nueva propuesta técnica de entoldado con la elección del diseño de las velas (en la imagen principal).

Espera que el proyecto “recupere una vía tan importante para el tránsito de ciudadanos”

Velas de 40 metros para aliviar las altas temperaturas. Estas son las principales características del modelo escogido por la empresa adjudicataria, que utilizará las farolas fernandinas, que en su día soportaban las catenarias del tranvía, como anclaje de los nuevos toldos que servirán para mitigar el calor que sufre la ciudad, sobre todo en verano, habiendo pasado este último hasta cuatro olas.

La tela escogida para los toldos es la Commercial Heavy 430, desarrollada específicamente para estructuras de sombra de tensión de gran envergadura. En la documentación a la que ha tenido acceso este periódico se detalla que “con una estabilidad biaxial incomparable, establece el nuevo punto de referencia en telas para sombras arquitectónicas. Diseñado en Australia específicamente para grandes estructuras de velas de sombra y condiciones extremas, Commercial Heavy 430 es adecuado para una amplia gama de aplicaciones”. Las recomendaciones para su uso final son toldos, coberturas para aparcamientos, velas de sombra y lonas antivuelco para camiones. Cuenta con unas dimensiones de 40 metros con una tela de hilo monofilamento cien por cien redondo.

La adjudicataria elige una tela australiana diseñada para las altas temperaturas

La Avenida de la Constitución debería haber tenido toldos este pasado verano, pero el retraso de la Comisión de Patrimonio para su aprobación obligó a la Gerencia de Urbanismo a tener que reajustar las fechas del contrato. Se trata de un contratiempo que no es menor y que no sólo está privando a los ciudadanos de la tan ansiada sombra en esta artería principal de la ciudad, sino que ha forzado al Ayuntamiento a buscar una solución junto a la empresa adjudicataria, que ha dado el visto bueno a este reajuste de fechas.

Sin abandonar la Avenida de la Constitución, Patrimonio informó también ayer favorablemente el proyecto básico y de ejecución de consolidación de los paramentos verticales de la galería del sótano del Archivo General de Indias, además de otras actuaciones para el buen funcionamiento del mismo por usuarios y personal interno. El objeto del proyecto consiste, fundamentalmente, en hacer accesible la galería que conecta la planta sótano el Archivo con los sótanos de la Cilla del Cabildo Catedralicio, donde se ha previsto la instalación de cancelas en todos los pasadizos del sótano para preservar su conservación, y que puedan ser accesibles por el personal de mantenimiento.