Los sindicatos policiales y el Ayuntamiento se contradicen sobre el funcionamiento o no del coche ponemultas, cuya vuelta al servicio estaba prevista para ayer, después de casi un año sin funcionar. Si el Consistorio aseguró ayer que el vehículo funcionó y que impuso 156 sanciones de tráfico a cuenta de las infracciones detectadas, las fuentes policiales indicaban a Europa Press de que el ponemultas no había empezado aún a funcionar.

Según estas fuentes, el ponemultas,como otros de los vehículos que se encontraban en la misma situación -radar, alcoholemia y todoterrenos-, es de precisión y necesita revisiones e inspecciones para certificar su estado de funcionamiento después de un largo periodo de tiempo de paralización de su actividad, algo que aún no se habría realizado. La sección del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en el Ayuntamiento ya había alertado de la caducidad del aparataje electrónico incluido en varios de estos coches, que el Consistorio mantenía aparcados y sin uso, y que según sus previsiones podría motivar averías que convertiría a dichos vehículos en inoperativos una vez que estos volvieran a ponerse en marcha. Las delegaciones de Convivencia y Seguridad y de Educación y Gobierno Interior anunciaron el pasado verano el desbloqueo de la situación originada a cuenta del agotamiento del renting de varios vehículos policiales. Para el nuevo contrato que había que hacer, la consignación presupuestaria había disminuido, por lo que se optó por una fórmula de contratación que permitiera a la Policía decidir el tipo de coche y modelo una vez conocido el precio de las ofertas, tal y como se estableció en el pliego de condiciones del contrato.