Comercio

¿Pueden superar los mercados de abastos la brecha digital?

  • Este tipo de negocio ha de adaptarse a las ventas por internet para ser competitivo

Un puesto de frutas en el Mercado de Triana.

Un puesto de frutas en el Mercado de Triana. / Juan Carlos Vázquez

Los mercados de abastos han logrado sobrevivir a la dura competencia de las grandes superficies y cadenas de distribución. Ahora han de hacer frente a otro reto: el comercio electrónico. Es uno de los objetivos de Femase, la federación de mercados de abastos de Sevilla que, tras un año de su constitución, aglutina ya once plazas de las 18 que existen en la capital y aspira a integrar las de la provincia.

El aniversario de esta constitución se ha celebrado esta mañana en el Mercado de la Encarnación. Hasta allí se han desplazado el alcalde de la ciudad, Juan Espadas; el director territorial de Conocimiento y Empleo de la Junta de Andalucía, Juan Borrego; el presidente de Femase, Francisco Ávila; y el secretario de la federación, Juan Vázquez. Durante sus discursos se ha evidenciado la necesidad que tienen los mercados de abastos de superar la brecha digital existente con las cadenas de distribución y las plataformas de internet. En este aspecto incidió especialmente el regidor hispalense, quien subrayó que gracias al asociacionismo las labores de digitalización de los mercados serán más “eficientes” desde el punto de vista “económico”.

Pero, ¿hasta qué punto es posible la adaptación a la era digital de estos negocios? En este punto conviene recordar que la principal dificultad con la que se encuentran las plazas de abastos en la actual sociedad es su limitación horaria. La mayoría cierran por la tarde. Las que abren sólo mantienen la actividad dentro de ellas algunos puestos. Ello obliga a que buena parte de las familias se decanten por los supermercados, los cuales, además, cuentan con ventas por internet. Para que la atención fuera constante por parte de los comerciantes de los mercados de abastos se necesitaría una ampliación de plantilla que pocos de ellos pueden permitirse, al tratarse de negocios familiares.

Es ahí donde se hace necesario el asociacionismo, una vía mediante la cual se podrían sufragar los gastos que supone una atención a los clientes sin limitación horaria. Salvado este déficit, los mercados podrían competir en las mismas condiciones de igualdad que las grandes superficies, cadenas de distribución y plataformas digitales. E incluso partirían con ventajas, pues tienen a su favor el género fresco y una oferta muy variada.

Juan Manuel Flores, Carmen Castreño, Juan Borrego, Juan Espadas, Francisco Ávila y Juan Vázquez. Juan Manuel Flores, Carmen Castreño, Juan Borrego, Juan Espadas, Francisco Ávila y Juan Vázquez.

Juan Manuel Flores, Carmen Castreño, Juan Borrego, Juan Espadas, Francisco Ávila y Juan Vázquez. / D. S.

El primer paso para que el comercio electrónico llegue a los puestos de abastos sería su fomento en internet, ya se a través de páginas web o de las redes sociales. El Mercado de la Encarnación fue uno de los pioneros en dicho ámbito. Se puso en marcha en la primavera del año pasado y en dicho portal los interesados pueden ver la oferta de la que dispone según el tipo de alimento y la variedad del género. Queda, sin embargo, afrontar el paso más importante, el de la venta directa a través de la red. Una adaptación sin la cual el futuro de las 400 pymes establecidas en los mercados puede quedar en entredicho. Con tal fin, una de las líneas de subvención municipal va dirigida a acabar con la mencionada brecha digital. La ayuda está dotada con 400.000 euros.

Además del comercio electrónico, los mercados de abastos se han convertido en un reclamo turístico. Así lo subrayó ayer el alcalde, motivo por el cual desde el Ayuntamiento también se han activado diversas campañas de promoción y se han mejorado las señales para indicar a sevillanos y turistas dónde pueden encontrar este tipo de comercio.

A ello se unen los tres millones de euros que desde el gobierno local se han destinado a mejorar las instalaciones de varios mercados de abastos de la ciudad. Buena parte de estas obras tienen como objetivo dotar de buena climatización las plazas. También hay otras actuaciones, como la desarrollada en el Mercado de Los Remedios, para peatonalizar el entorno de este recinto.

Estos retos se presentan en un momento en el que buena parte de los mercados de abastos han experimentado un importante cambio en su concepción. Debido a la afluencia turística y el auge hostelero, además de las ventas tradicionales, han sumado la restauración. Ahí están los ejemplos del mercado de Triana, Feria y el Arenal, tres instalaciones muy céntricas donde cada vez mayor número de personas acude a comer. Renovarse o morir.

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