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La 'Quema del Judas' de Aznalcóllar enciende la indignación de los médicos sevillanos

Polémica por la Quema del Judas en Aznalcóllar

"Indignados", "frustrados" y "enfadados". Así se sienten los médicos sevillanos a raíz de la quema este domingo 31 de marzo, Domingo de Resurrección, de dos maniquís que representaban a una médica junto a personal administrativo de un centro de salud en los Judas de Aznalcóllar, una fiesta habitual año tras año en la localidad sevillana y que consiste en castigar simbólicamente a un representante político o personalidad importante relacionada con algún acto negativo a elección de los propios vecinos a través de un concurso.

La imagen de la figura que hace de médica colgada y en llamas y la explosión de un petardo dentro de la cabeza de la que hace de administrativa ha corrido como la pólvora entre los profesionales sanitarios de la localidad, que, tal y como ha denunciado este lunes el Sindicato Médico de Sevilla, afean la estampa y la consideran como un ataque a un colectivo que "para nada es responsable de la situación sanitaria en el centro de salud", ha recalcado en declaraciones a este medio el presidente de la rama de Atención Primaria del sindicato, Rafael Gómez.

De hecho, el sindicalista asegura que la situación ha provocado "miedo" e "inseguridad" al colectivo sanitario que cada día pasa consulta en la localidad o hace guardias. "Estamos desde ayer recibiendo llamadas de los profesionales que no entienden qué esto se haya permitido en la localidad haciéndolos responsables del funcionamiento de la sanidad pública", afirma Gómez. "Entendemos la indignación de los usuarios, pero que el alcalde de la localidad permita esto y que se iguale al personal sanitario con el político de turno en este tipo de fiestas populares es muy inoportuno", recalca.

Junto a los títeres, los carteles con los mensajes "Por salas de espera llenas y consultas vacías" y "Quemamos sin compasión a la sanidad sin vocación" o la representación de un cartel en el que se indica la ausencia de citas hasta 2026, han encendido aún más a un colectivo que, insiste Gómez, "son tan víctimas como los pacientes de la irresponsabilidad de los sucesivos equipos de uno y otro partido que han pasado por el SAS sin hacer nada por la Atención Primaria".

"Estos gravísimos hechos constituyen un desprecio inaceptable a los trabajadores de la sanidad y podrían ser constitutivos de delito, una posibilidad que nuestra organización está estudiando para interponer la correspondiente querella contra sus autores. Confiamos en que el alcalde de Aznalcóllar rechace públicamente este acto deplorable y muestre su apoyo a los trabajadores sanitarios de la localidad", destaca el sindicato en un comunicado.

El Ayuntamiento rehúye de la polémica

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Aznalcóllar consideran que no hay motivos para la polémica generada. "Es una parodia y en ningún momento se está quemando a los médicos. Es una forma de protestar contra el actual sistema sanitario. Este pueblo y este alcalde ha apoyado siempre y lo seguirá haciendo al colectivo médico. Hago rondas por el centro de salud para ver la situación casi a diario y he participado personalmente en encierros en señal de protesta contra el sistema", ha señalado a este periódico el alcalde, Juan José Fernández.

"Esta tradición implica borrar los malos recuerdos del año. Es una forma de condenar la situación, quemar todo lo que haya provocado una situación mala. Quemar un muñeco vestido de médico es una forma de mostrar una repulsa contra la situación sanitaria que estamos viviendo todos los españoles, como también ha sido en otro caso en defensa de los intereses de nuestros agricultores por las condiciones del sector. Estos personajes se queman simulando una parodia de un conflicto social", ha recalcado Fernández.

Con todo, para los médicos sevillanos, este hecho expresa "un odio a los facultativos y, en general, a los trabajadores sanitarios" que "genera alarma y preocupación". "Una parte de la población de esta localidad, seguramente minoritaria, culpa a los trabajadores de las carencias de la Atención Primaria y dirige hacia ellos su agresividad por este motivo. Por desgracia, demasiadas veces el ataque no es simbólico, sino real", apostillan desde el SMS.

En esta línea, la principal central sindical entre los médicos sevillanos recalca que "la única responsable de las carencias de la Atención Primaria es la Junta de Andalucía, que mantiene en precario a este sector clave de la sanidad desde hace décadas". "La falta de recursos y el maltrato a los facultativos hace que cada vez menos médicos opten por trabajar en Atención Primaria, una situación que el SAS se niega a abordar con medidas como la equiparación retributiva de los facultativos de Atención Primaria a la Hospitalaria", añade.

El sindicato lamenta que la Junta "sigua sin reconocer que las graves carencias de la Atención Primaria están detrás del incremento de las agresiones al personal sanitario". Según el SMS, "tampoco asume que las actuales medidas contra las agresiones son insuficientes y que se necesitan campañas de sensibilización de la sociedad contra estas agresiones, como tristemente demuestra el acto aquí denunciado".

"Los autores de esta agresión humillante e intolerable, que acrecienta el temor de los profesionales y su desánimo, deberían dirigir sus críticas a los políticos que, con su inacción, llevan décadas dejando que la Atención Primaria se muera. Los médicos son tan víctimas como los pacientes de la irresponsabilidad de los sucesivos equipos, de uno y otro partido, que han pasado por el SAS sin hacer nada por la Atención Primaria", afirman.

"En cualquier caso, los autores de estos actos deben ser identificados y su posible responsabilidad penal depurada. Insultar y menospreciar a un todo un colectivo no puede salir gratis. Por ello instamos a las autoridades locales y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad a que lleven a cabo las acciones necesarias para aclarar estos graves hechos y resarcir a los trabajadores sanitarios del ultraje recibido", sentencian.

CCOO se ha unido, igualmente, al rechazo de esta elección en la celebración de los Judas en Aznalcóllar. En un comunicado, el sindicato ha tachado de "absolutamente inadecuado" lo ocurrido en el municipio dado que, a su juicio, "es un craso error poner el foco en los y las profesionales, que sufren al igual que las personas usuarias los recortes constantes en sanidad pública por parte del Gobierno andaluz". "Aunque simbólico, denota una falta de conciencia sobre el problema real, que son los 200 millones de euros que la Junta de Andalucía destina a la sanidad privada mientras aumentan las listas de espera y mengua el personal disponible", ha denunciado este lunes Luis González, del Sindicato Provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Sevilla.

También el Colegio de Enfermería de Sevilla ha expresado su "más profunda repulsa" hacia la Quema de Judas celebrada en el municipio sevillano. "Mensajes como los emitidos desde la tradicional Quema de Judas de Aznalcóllar no contribuyen en absoluto a lograr la convivencia en los espacios sanitarios. ICOES incide en que los profesionales son también afectados por la sobrecarga, la saturación y las listas de espera en la Sanidad Pública, problemas motivados principalmente por la falta de efectivos suficientes para dar una respuesta adecuada a todos los usuarios", ha denunciado el órgano colegial, que anuncia el inicio de las acciones legales oportunas "para la defensa de la profesión enfermera".

Por su parte, a juicio del Sindicato de Enfermería, SATSE, en Sevilla, "ni siquiera en un contexto festivo son tolerables este tipo de mensajes". "Incitan a la violencia y se alejan de la necesaria relación de respeto y confianza que debe mantenerse entre profesionales, pacientes y familiares", ha denunciado este lunes en un comunicado.

De igual forma, el Sindicato de Enfermería asegura que, "a pesar de que puede llegar a ser entendible el hartazgo y frustración de la población al constatar problemas de recursos y medios que tiene la sanidad pública, nada puede nunca traducirse en este tipo de vejaciones hacia unos profesionales que, además de no ser los responsables de la situación, están haciendo todo lo posible para que no repercuta en la atención y cuidados y son, en muchos casos, las primeras víctimas de las deficiencias".

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