La óptica Arroyo, ubicada en la calle del mismo nombre frente a la iglesia de San José Obrero, sufrió la semana pasada dos robos con fuerza en cuatro días. Los dos asaltos se produjeron de madrugada y de la misma forma, por lo que todo apunta a que los autores de los dos robos son los mismos.

En ambos casos, utilizaron mazas para romper el cristal del escaparate y acceder al interior del local, de donde sustrajeron una gran cantidad de gafas de sol y graduadas, y también un tonómetro, que es un aparato que mide la tensión del ojo.

También emplearon inhibidores de frecuencia para inutilizar temporalmente los sistemas de alarmas y las cámaras de videovigilancia, por lo que los robos no han quedado grabados. Lo único que se ve en las imágenes es la llegada de la Policía, minutos después de ambos robos y sin rastro ya de los ladrones.

El primero de estos delitos ocurrió la madrugada del martes 8 de mayo, sobre las cuatro de la mañana. Los delincuentes se llevaron 320 gafas que había colocadas en quince barras en el interior del establecimiento. Se llevaron las barras enteras. En el segundo robo los ladrones sustrajeron otras cien gafas más y el tonómetro, que está valorado en unos 3.600 euros. El propietario del negocio, Felipe Mateos, explicó a este periódico que está todavía haciendo balance de las pérdidas que les han ocasionado estos dos robos.

El responsable de la óptica Arroyo expuso también la sensación de inseguridad que padecen tras estos dos robos consecutivos. Mateos cree que los ladrones visitaron antes la tienda para comprobar dónde estaban las gafas más valiosas.

La Policía Nacional ha inspeccionado el establecimiento y mantiene abierta una investigación para tratar de identificar y localizar a los autores de ambos delitos.