La juez que investiga la muerte el pasado 2 de octubre en un sofá del albergue municipal del joven polaco Piotr Piskozub ha pedido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) una información complementaria respecto a la asistencia sanitaria que recibió el inmigrante en el hospital Virgen del Rocío y que es determinante para el informe que está realizando el Instituto de Medicina Legal (IML) para tratar de determinar si esa atención tuvo alguna influencia en el trágico desenlace.

El forense del IML que está realizando el estudio pidió a la juez de Instrucción número 5 de Sevilla que el SAS ampliara algunos detalles sobre la asistencia que se prestó a Piskozub, de acuerdo con los datos que refleja la historia clínica. De momento, el juzgado ya ha requerido a la Consejería de Salud para que se dé respuesta por parte de la Administración a la petición realizada por el forense, pero aún no se ha recibido ninguna respuesta.

Cuando el SAS aclare los elementos solicitados, el forense podrá culminar el estudio sobre la actuación sanitaria prestada a Piskozub, quien horas antes de su ingreso en el albergue municipal había sido asistido en el hospital Virgen del Rocío, y de esta forma podrá determinar si existe algún "nexo de causalidad" entre la asistencia prestada y el resultado final de la muerte del inmigrante, que se produjo doce horas después de recibir el alta, cuando se hallaba sentado en un sofá del albergue mientras aguardaba la cola para el almuerzo.

El resultado de este informe marcará si la causa continúa hacia delante o, por el contrario, se archiva, en el caso de que los forenses lleguen a la conclusión de que la muerte no tiene una relación directa con una posible negligencia en la actuación de los profesionales sanitarios, sino que se debió a una complicación de su estado de salud por la desnutrición severa que presentaba.

El joven ingresó en el hospital poco después de las diez de la noche del 1 de octubre y fue derivado sobre las dos de la madrugada -unas tres horas y media después del ingreso- a los servicios sociales del Ayuntamiento, que lo trasladaron al albergue municipal, donde falleció sobre las dos de la tarde del 2 de octubre.

La Consejería de Salud ha defendido la actuación del SAS, al afirmar que el paciente respondió bien al tratamiento y fue derivado al albergue cuando se encontraba mejor.