Patrimonio histórico

Santa Catalina: comienza la restauración de los retablos, esculturas y pinturas

  • Un equipo de diez restauradores ya ha comenzado la recuperación de los bienes muebles del templo.

  • Los trabajos durarán más de seis meses y se coordinarán con la empresa constructora.

Traslado de las obras del templo en el año 2014.

Traslado de las obras del templo en el año 2014. / Juan Carlos Vázquez

Con la intervención arquitectónica en su última fase, ha llegado la hora de limpiar y restaurar los retablos, esculturas y pinturas de la iglesia de Santa Catalina. El Arzobispo avanza con paso firme y decidido hacia la ansiada reapertura del templo, que el propio arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, ha anunciado para enero o febrero del próximo año. Esta misma semana, tras obtenerse el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio, un equipo de diez restauradores, comandados por Agustín Martín de Soto y Antonio Gamero, han comenzado la intervención en los diez retablos, 21 esculturas policromadas y 35 pinturas, además de varios objetos de artes decorativas. Los trabajos se extenderán durante más de seis meses y corren por cuenta de la Archidiócesis.

“Se trata de una limpieza y consolidación de las piezas. Los retablos han estado bien protegidos y no tienen mayores problemas; y las esculturas y demás obras, que se embalaron y se llevaron al Arzobispado, donde están a la espera de regresar a la iglesia”, señala Agustín Martín de Soto, uno de los responsables de la intervención. Aunque las obras de arte han estado protegidas durante el tiempo que el templo lleva clausurado, el deterioro que ya poseían previo a las protecciones sigue patente y en algunos casos se ha agravado debido al envejecimiento natural de los materiales de constitución.

Catalogación de las obras de la Capilla Sacramental. Catalogación de las obras de la Capilla Sacramental.

Catalogación de las obras de la Capilla Sacramental. / Juan Carlos Vázquez

Entre las patologías más reseñables que se han observado en las obras que conforman el conjunto de Santa Catalina, destacan el deterioro general por falta de mantenimiento, acumulación de polvo y depósitos naturales, pérdidas de materia en soporte, preparación y capa pictórica, grietas o fisuras en la superficie, zonas debilitadas por el ataque de xilófagos en los soportes de madera, restauraciones y reparaciones contemporáneas, separación del soporte y estratos por falta de adhesión, o alteraciones de la capa de protección y oxidación de los barnices.

Los tratamiento propuestos son: la limpieza del polvo y depósitos naturales, desmontaje de las piezas inestables, la consolidación del soporte, la reconstrucción volumétrica de las piezas con importancia estructural, la eliminación de elementos metálicos con problemas de oxidación, la fijación de la pintura, policromías y dorados con asentado de levantamientos, la limpieza superficial de humos y grasas, la limpieza química y mecánica, la eliminación de repintes y barnices oxidados, un tratamiento preventivo del soporte de madera contra insectos xilófagos, la reintegración puntual de lagunas que desvirtúen la correcta lectura de la obra y la aplicación de una protección final.

Por la gran cantidad de obras que hay que intervenir y la tipología de materiales, se derivarán lagunas a diversos profesionales. Las piezas susceptibles de ser transportadas se trasladarán a los diferentes talleres para su intervención. Las piezas que por sus propias características están unidas a los paramentos, como son los retablos, se realizaran in situ para lograr un mejor desarrollo de los tratamientos. Para ello, el equipo de restauradores planificará con la empresa constructora el desarrollo de los trabajos. El interior del templo está casi terminado y la obra, una vez obtenido los permisos municipales, se trasladarán al exterior para realizar la cámara de ventilación.

El delegado de Patrimonio del Arzobispado, Antonio Rodríguez Babío, destaca la calidad de la mayoría de las piezas que se van a intervenir: “La Santa Catalina del retablo mayor, las pinturas anónimas de este conjunto, que son interesantes, o San Cayetano, de Cristóbal Ramos”.

La Archidiócesis también realizará labores de limpieza y mantenimiento en la Capilla Sacramental y la de la Hermandad de la Exaltación, que ya fueron restauradas en el año 1997.

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