La plataforma ciudadana creada a través de la red social Facebook con el objetivo de instar a la restauración de la Iglesia de Santa Catalina de Sevilla, que cuenta ya con unas 1.500 adhesiones, ha colocado este domingo, día en que se cumplen ocho años del cierre de este templo gótico-mudéjar, una pancarta a las puertas de este Monumento Nacional en la que reivindica actuar ante los ocho años de "abandono, desprecio, de inmoralidad cultural y de atentado a la historia de esta ciudad", que han sido "robados a la historia".

Uno de los impulsores de la plataforma José Javier Comas ha indicado que parece que se tiene ahora la sensación de que "algo" está cambiando, pero que hace falta "más que palabras, sino compromisos para la realización de las aportaciones de dinero". Así, señala que el Ayuntamiento se ha comprometido por carta, pero que la Junta y el Arzobispado "parece que no mueven ficha", mientras que "todo está en el aire".

"El cartel que se coloca este domingo es simbólico, para que no se olviden sus ocho años de cierre, mientras permanecemos a la espera de que se vayan dando más pasos para su rehabilitación, algo que es urgente ante el hundimiento de los pilares y los riesgos de desprendimiento", afirma Comas, que apuesta por un arreglo inminente antes de que haya "un susto muy grande". Así, indica que este movimiento de los pilares puede incluso terminar con el arreglo de la cubierta que ya se hizo e insta al Arzobispado, propietario del templo, a "moverse y no esperar más tiempo".

En este marco, la pancarta desplegada en Santa Catalina se hace eco del cierre hace ocho años, apuntando a sus "ocho años de abandono, de desprecio, de inmoralidad cultural, de atentado a la historia de esta ciudad, de dejadez, de olvido, de desinterés ciudadano, de despreocupación, de falta de sensibilidad, robados a la historia, la triste historia de un templo que siempre ha sido maltratado por todos".

"A lo largo de su vida ha sufrido múltiples acosos para ser destruido y siempre ha sobrevivido a su propio destino. Ahora y si la suerte no lo remedia, puede ser que muera por sí solo. Puede que tenga la muerte más triste que se pueda tener, la muerte por indiferencia y si no lo remediamos Sevilla puede sufrir en su propia piel la vergüenza de ver amputada una parte de sí misma, y cargar sobre su propia conciencia la condena de esa indiferencia por los siglos de los siglos", sentencia la pancarta que insta a actuar.

Esta plataforma ciudadana convocó el día 18 de mayo una acción de protesta ante la puerta principal del templo, instando a vecinos y ciudadanos a convertirla en un "muro de las lamentaciones", donde los ciudadanos pudieron dejar constancia de su "queja o lamento" ante el estado del templo tras ocho años de abandono, mediante un papel donde quede un "texto, queja, oración o dibujo" para que quede pegado en sus muros "a modo de lágrima o triste lamento de un atentado cultural que puede convertirse, si no se remedia, en irreversible".