El Ayuntamiento de Sevilla cifra en 23.045 los nuevos árboles plantados desde 2016

El Ayuntamiento de Sevilla no aporta cifras sobre la tala de árboles en estos siete últimos años. Solo responde que la ciudad ha ganado más árboles de los que han desaparecido. Según datos de Parques y Jardines, las campañas de plantaciones emprendidas desde 2016 arrojan un balance total de 23.045 nuevos árboles.

El plan urbanístico de la ciudad vigente (PGOU) estipula la plantación de 5 árboles nuevos por cada uno talado. Según esta premisa, los más de 23.000 árboles nuevos plantados compensarían con creces los que se perdieron, ya que en teoría habría bastado con plantar 17.000 ejemplares.

Las organizaciones ecologistas que luchan por lograr una Sevilla más verde señalan que muchos de esos nuevos árboles acaban muriendo por falta de cuidados adecuados y no siempre se reponen. Y agregan que tampoco ayudan a conservarlos las podas en épocas impropias como el verano.

La primera campaña de plantaciones fue la de 2016-2017, con la cantidad más baja de ejemplares: 853. Algo mejor fue la siguiente campaña (2017-2018), con 1.126 árboles plantados.

Los números más cuantiosos de estas actuaciones de reforestación corresponden a las campañas que se realizaron a partir de finales de 2018, con una media anual de 5.000 ejemplares nuevos. En la de 2018-2019, los árboles plantados fueron 5.100. Aún mejor balance ofrecen las campañas 2019-2020, con 5.274 árboles; la de 2020-2021, con un total de 5.128 árboles y la de 2021-2022, que arroja hasta ahora el mejor resultado: 5.564 árboles.

El Ayuntamiento de Sevilla se ha comprometido a “la conservación, protección y permanencia de los árboles” y a “garantizar sus beneficios a generaciones futuras”, según el principio de sostenibilidad del Plan Director de Arbolado Urbano. Otro pilar de ese plan es la “lucha contra el cambio climático”, es decir, gestionar el arbolado para minimizar los efectos derivados del fenómeno del cambio climático.

El Plan Director del Arbolado Urbano de Sevilla (2019-2039) es el documento que marca las pautas para la planificación global del arbolado de la ciudad. Entre los objetivos de gestión de este plan, figura el de “asegurar la pervivencia en el mejor estado posible del arbolado singular y los grandes ejemplares de la ciudad y la futura incorporación de nuevos ejemplares al catálogo”.