Sevilla ha perdido más de 3.400 árboles en talas en los últimos siete años

Parques y Jardines

El Ayuntamiento en Pleno se comprometió en 2005 a impedir la desaparición de ejemplares verdes en la ciudad, salvo si supone un peligro para la seguridad vial o peatonal

El gobierno no cuantifica las talas hasta 2018 por entender que la cifra está condicionada por el plan de urgencia aplicado ese año

El Porvenir pide la restitución de los 13 árboles talados por la residencia de Ramón Carande

Uno de los hermosos ficus, de tronco majestuoso, del Parque de María Luisa.
Uno de los hermosos ficus, de tronco majestuoso, del Parque de María Luisa. / Juan Carlos Vázquez

A propósito de la tala del ficus centenario de Triana, del que queda el tronco y las raíces, es momento de repasar la gestión verde municipal en los últimos años. Para evitar la deforestación y degradación de la ciudad, el Ayuntamiento de Sevilla aprobó en sesión plenaria, el 15 de diciembre de 2005, medidas destinadas impedir la tala de árboles “salvo en aquellos casos en los que su mal estado suponga un peligro cierto para la seguridad vial o peatonal, y no exista otra alternativa viable”. Por este mismo acuerdo se propuso que “cualquier actuación de repoblación de calles será tratada con los vecinos, vecinas y entidades de la Plataforma de los Parques y Jardines de Sevilla”.

Desde aquella declaración de intenciones, que puede leerse en la página web del Ayuntamiento de Sevilla en la sección de “apeos de arbolado” (término eufemístico que se usa en lugar de tala) la gestión del arbolado en la ciudad ha tenido luces y sombras.

Entre las sombras cabe destacar los 3.451 árboles, al menos, que se han talado desde 2016, según los datos recopilados por la plataforma en defensa del ficus de Triana en las fichas de apeo. Este es el primer año en el que empiezan a colgarse estas fichas de apeo como cifra oficial que ofrece el Ayuntamiento.

El argumento para la tala siempre es el peligro que suponen, su mal estado o que las raíces se han enredado en canalizaciones.

El desglose por años de esas talas indica que 2018 fue el peor año para los ejemplares verdes de Sevilla, mientras el más favorable fue el año 2019, justamente anterior al inicio de la pandemia. En los dos años en que la ciudad ha sufrido con más virulencia el covid la media de talas se ha situado en las 400. Estos son los detalles.

Los números de “apeos”

2016

591 talas

2017

640 talas

2018

778 talas

2019

281 talas

2020

403 talas

2021

460 talas

2022 (hasta ahora)

299 talas

Las cifras de talas podrían ser superiores, ya que las entidades ecologistas, como la incombustible Salva tus árboles Sevilla, denuncian que algunas talas no se recogen en estas fichas de apeo oficiales.

Desde el Ayuntamiento de Sevilla no se da cifra alguna de las talas efectuadas en estos años. Parques y Jardines alega que “el número de apeos queda condicionado por el plan de urgencia que se ejecutó hasta 2018 debido al mal estado del arbolado”. Y añade que este plan se ejecutó por motivos de seguridad para evitar caídas que provocaran daños a las personas, tal y como en su día se fue explicando”.

A partir de 2018, Parques y Jardines asegura que las talas que se han realizado “corresponden en su inmensa mayoría con una gestión normalizada del arbolado, es decir, árboles que mueren y se van sustituyendo y árboles en mal estado por distintas circunstancias y que se van sustituyendo”.

Las sombras

Las sombras de la gestión municipal verde tienen que ver con la desaparición de cientos de árboles en estos mismos años en tan zonas emblemáticas como la avenida de la Constitución, San Fernando y Plaza Nueva, la calle Almirante Lobo, Plaza de San Lorenzo, y recientemente en las avenida de San Francisco Javier, Luis de Morales y Ramón y Cajal.

Mayo de 2006. Inicio de las obras del metrocentro

La construcción del primer tramo del tranvía entre Plaza Nueva y el Prado provocó la desaparición de un centenar de árboles. La Avenida quedó sin árboles de sombra. Los grupos de la oposición, PP y PA, protestaron por la tala de plátanos en Plaza Nueva y pidieron la paralización de las actuaciones al gobierno de Monteseirín.

Ediles del PP en mayo de 2006 junto a los árboles talados en Plaza Nueva.
Ediles del PP en mayo de 2006 junto a los árboles talados en Plaza Nueva. / J. Martínez
Ediles de PP observan la tala de árboles en la Plaza Nueva. Mayo de 2006.
Ediles de PP observan la tala de árboles en la Plaza Nueva. Mayo de 2006. / G. Jarillo

La mayor parte de las talas están asociadas a las obras de construcción del tranvía que conectó la Plaza Nueva con el Prado, posteriormente el Prado con San Bernardo y ahora San Bernardo con Nervión. Se trata de actuaciones llevadas a cabo en mandatos del PSOE (Monteseirín, Espadas, Muñoz), a excepción de la de Almirante Lobo, que fue del PP de Zoido.

Se calcula que la primera fase del tranvía (Metrocentro) acabó con un centenar de árboles, y lo peor es que dejó sin sus frondosos árboles de sombra a la Avenida principal de Sevilla con el argumento de la estética y del diseño. La actual ampliación a Nervión ha sumado otro centenar de árboles desaparecidos, pese a las manifestaciones ciudadanas que pedían soluciones alternativas. Estos últimos han sido trasplantados de urgencia a la estación depuradora de aguas residuales de Emasesa en Tablada, en lugar de al vivero municipal previsto.

En San Lorenzo se eliminaron un total de 16 árboles de sombra (plátanos) entre 2017 y 2020 dejando una plaza poco habitable por falta de sombra. Se plantaron ejemplares en su lugar, pero tardarán años en alcanzar la frondosidad de los primeros.

En la calle Almirante Lobo, Zoido acabó con 21 plátanos de sombra en 2014 alegando que las raíces se habían enredado en las canalizaciones. La calle quedó sin sombra y con unas vistas inéditas a la Torre del Oro.

Otra tragedia verde ha proliferado en el arbolado privado con la construcción de las macroresidencias de estudiantes. La pérdida de ejemplares verdes en la avenida de la Palmera y zonas del entorno y en barriadas verdes en origen como Santa Clara ha disparado la alarma de los ciudadanos más concienciados con el medio ambiente. En la avenida Ramón Carande la promotora de la enorme residencia de estudiantes ha talado 13 árboles.

A todo ello hay que sumar los 389 árboles sentenciados en el barrio de Tablada si la Gerencia de Urbanismo no frena el plan del Ministerio de Defensa.

Las luces

Entre las luces cabe citar la mayor transparencia que ofrece el Ayuntamiento respecto a las talas, al publicar “fichas de apeo” anuales y mensuales por distrito, así como un histórico de talas desde 2016 hasta la actualidad. En estas fichas de apeo figuran los datos de la calle o avenida en la que sucede, de qué especie se trata y qué identificación (ID) tiene en el inventario municipal, el motivo de apeo, el estado general y otras observaciones.

La redacción del Plan Director del Arbolado Urbano de Sevilla (2019-2039) es otro paso importante que ha dado la capital andaluza en gestión de arbolado, así como la herramienta Arbomap que permite localizar en un mapa los 235.000 árboles censados de la ciudad.

A fecha de 2019 la ciudad de Sevilla contaba con 235.000 árboles censados, según el plan de arbolado. Más de la mitad (182.000) están bajo mantenimiento municipal. No incluye las marras y alcorques vacíos, que superan los 19.000.

Según ese plan la ciudad contaba entonces en 1,3 árboles por cada 3 habitantes, la proporción recomendada.

La ciudad necesita árboles porque el clima de Sevilla evolucionará hacia un aumento de los meses secos y cálidos y también de su aridez. En todos los escenarios se observa un incremento de temperaturas, más acentuadas en primavera y verano, y una disminución de las precipitaciones.

Beneficios que proporciona el arbolado urbano

Beneficios ambientales:

Disminución temperatura

Aumento humedad ambiental

Absorción y disminución de la reverberación térmica de los materiales de construcción

Generación de oxígeno y consumo de CO2

Retención y reducción de polvo y de agentes contaminantes aerotransportados

Generación de corrientes de convección que renuevan el aire

Disminución, desvío y filtro del viento

Disminución del ruido ambiental

Pantalla visual

Reducción de la pérdida del agua por escorrentía

Beneficios sociales y paisajísticos:

Hacer más amable el medio urbano

Conferir carácter público al espacio libre

Posibilitar la permanencia y el encuentro en el espacio libre urbano

Acercar el medio natural a la realidad urbana

Posibilitar funciones educativas y culturales

Favorecer la salud integral de los ciudadanos

Motivar sensaciones psicológicas de relajación y bienestar

Favorecer la privacidad

Valor simbólico y dar significado al espacio urbano

Elemento integrador y organizador del espacio urbano

Dar escala a los edificios

Actuar como cubierta

Beneficios ecológicos:

Disminución de la erosión del terreno

Aporte de biodiversidad al medio urbano

Asentamiento de la avifauna y otros pequeños animales

Continuidad biológica del entorno natural con los parques urbanos

Beneficios económicos:

Valor patrimonial por si mismo

Revalorizar determinadas zonas urbanas

Aportar un mayor valor a fincas y parcelas urbanas

Reduce la necesidad de infraestructuras

Bien ubicado, disminuye gastos de energía para calentar y enfriar edificios

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