La población de Sevilla baja por tercera vez en este siglo del listón de los 700.000 habitantes al quedarse con 697.000 vecinos. La ciudad retrocede en índices de población al año 1996. Al ser 2015 un año de elecciones municipales, la Corporación municipal quedará reducida a 31 concejales. Pierde dos ediles por efecto directo de la reducción en el padrón. Así lo estipula el artículo 179 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que dicta que se asignarán 25 concejales por hasta 100.000 habitantes y uno más por cada otros 100.000 o fracción, añadiendo uno más cuando el resultado final fuese par con el objetivo de garantizar la gobernabilidad de los municipios.

El gobierno local no ha anunciado oficialmente la bajada en el padrón municipal, aunque ya está notificada y asumida, según pudo comprobar ayer este periódico. La primera consecuencia es electoral, pues la mayoría absoluta queda fijada en 16 concejales, lo que beneficiaría, sobre el papel, al Partido Popular del actual alcalde, Juan Ignacio Zoido, que hasta ahora necesitaba un mínimo de 17 y batió el récord en mayo de 2011 al lograr 20.

La cifra de habitantes a 1 de enero de 2014 quedó fijada en 700.169, por lo que quedaba en jaque el listón de los 700.000. El peor augurio se ha cumplido con la pérdida de más de 3.000 habitantes. Sevilla ha marcado una tendencia a la baja en el padrón en los últimos años. Ha pasado de los 702.355 habitantes en el año 2012 a los referidos 700.169 de 2013, lo que supuso una caída de un 0,3% de la población empadronada. El dato más parecido al actual es del año 2000, cuando en Sevilla había registradas 700.716 personas. Esto supone que Sevilla está ahora por debajo del registro de comienzos de siglo. En los ejercicios siguientes la población sevillana fue creciendo hasta que en 2003 alcanzó la cota máxima de los últimos años, con 709.975 habitantes. En la última década, por tanto, la ciudad ha experimentado una caída del 1,5% que sigue acentuándose.

Sevilla no perderá la condición de municipio de gran población en ningún caso, una categoría que se instauró en la Ley 57/2013, de 16 de diciembre, de Medidas para la Modernización del Gobierno Local. En esta normativa se define como grandes ciudades a los municipios con población superior a los 250.000 habitantes, las capitales de provincia de población superior a 175.000 habitantes, los municipios capitales de provincia, capitales autonómicas o sedes de instituciones autonómicas y los municipios cuya población supere los 75.000 habitantes que presenten circunstancias económicas, sociales, históricas o culturales especiales.

El padrón se revisa anualmente con una precisión elevada para eliminar duplicidades y bajas, de ahí que se temiera que Sevilla bajara de los 700.000 al haberlo superado en sólo 169 habitantes el pasado enero.

Entre las causas que explican las continuas bajadas en los últimos años destacan el descenso de ciudadanos extranjeros, tanto europeos como de terceros países, que retornan a sus naciones al perder el empleo en España. El boom inmobiliario en los grandes años de boyantía económica fue restando habitantes de la capital, donde los precios de las viviendas dejaron de estar al alcance de la clase media, para engrosar los censos de las localidades del Aljarafe y de otras ciudades de la corona metropolitana como Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra. Los años 2007, con 699.145 habitantes, y 2008, con 699.759, se cerraron por debajo de un listón que siempre se había superado hasta entonces, al menos desde 1996. Con el inicio de la crisis económica, la población de la capital volvió a repuntar, llegando a superar los 704.000 vecinos en el año 2010. Desde entonces ha ido cayendo paulatinamente hasta quedarse otra ves por debajo de los 700.000. Sevilla tiene ahora los datos más bajos de población en la capital de los últimos 17 años.