"Sólo IU-UP sigue en la izquierda, Podemos ya lucha por el centro"

El cabeza de la lista por Sevilla de IU-UP para el Congreso es un maestro de 31 años que ejerce en un colegio de Écija, su pueblo. Su elección se produjo en unas cuestionadas primarias en las que inicialmente quedaron por delante otros candidatos, que se retiraron de la votación final. No ha tenido cargos orgánicos y sólo ha ido en puestos de salida en las municipales en Écija, donde su padre fue edil de IU. Es dulce, cuidadoso en las formas, pese al discurso revolucionario y a la impresión que pueda causar la argolla en su oreja. Pone el acento en que el 20-D no están en juego los próximos cuatro años, sino "las próximas generaciones, porque se pondrán las bases de un nuevo marco económico y político".

-La apuesta por la convergencia, casi divide más a IU: Podemos no va, no tienen a la CUT y las primarias terminaron a la gresca. ¿No les hubiera ido mejor defendiendo su marca y su bagaje en Sevilla?

-No, hemos salido fortalecidos. Parte de la CUT está con nosotros, personas independientes, Sindicalistas por la Unidad Popular, Corriente Roja y grupos que no estaban en IU. Y la marca no se pierde: desde la convergencia se ha entendido que IU suma, tiene alcaldías, trayectoria y es un referente, en la provincia especialmente, y también en Andalucía y en España.

-Se dijo que el PC maniobró para que usted y Lidia Falcón ganaran, ¿es así?, ¿por qué ha dado esa impresión?

-Soy del PC y, en un proceso sincero de convergencia, los grupos organizados influyen. Miembros del PC me apoyaron, como los de Izquierda Abierta apoyaron a su candidata y la gente de la CUT al suyo. Del encuentro surge una candidatura muy plural. Hay que irse al quinto puesto para encontrar a un alcalde de IU. El segundo lo ocupa una compañera de Corriente Roja. Hemos hecho primarias abiertas y profundizar en democracia, para mí, nunca será controvertido. Somos un referente cuando hasta los que hacen bandera de la nueva política han metido candidatos a dedo.

-Sevilla es una de las dos provincias andaluzas con diputado de IU, que podría perderse. Por cierto que José Luis Centella ha sido el que más iniciativas sobre la provincia ha llevado al Congreso.

-En Écija ha estado cinco veces para recoger y transmitir peticiones, como en otros sitios. Nuestros diputados están en la institución y en la calle. En Sevilla y Málaga vamos a revalidar resultados y vamos a dar la sorpresa en otras provincias. Alberto Garzón es el mejor candidato a la Presidencia.

-¿Cuáles son las líneas del programa que intenta transmitir en la campaña y cómo, cuando parece que todo se juega en TV?

-Desde los grandes medios nos tratan de excluir, porque tenemos un programa claro de ruptura. Hay varios ejes fundamentales: en primer lugar, un plan de lucha contra la emergencia social. En Sevilla hay 237.00 parados y 150.000 personas en hogares sin ingresos, vamos a crear un millón de puestos de trabajo en 2016 con una inversión de 15.000 millones y una renta mínima de 529 euros para los que no hallen empleo. En segundo lugar, queremos blindar los derechos sociales, la enseñanza, la sanidad. En tercer lugar, cambiar el modelo productivo; apostamos por la reindustrialización, por la reforma agraria y la derogación de las dos reformas laborales que han precarizado el mercado de trabajo, y la banca pública. Como cuarto eje está el proceso constituyente, las reformas que prometen el resto de partidos son parches. La sociedad tiene madurez para debatir un nuevo texto que blinde los derechos ciudadanos, con mecanismos que permitan exigirlos en los tribunales. El quinto eje es la paz, la solidaridad y la soberanía: no al terrorismo, no a la guerra como instrumento de resolución de conflictos y el "OTAN no, bases fuera". Y cuestionamos las instituciones supranacionales que nos han robado la soberanía, como el BCE, el FMI, y nos declaramos insumisos a los mandatos de los mercados que exigen priorizar pago de deudas sobre los derechos.

-¿Eso implica salir de la UE?

-Es cuestionarla. Si no cambia, tendremos que buscar otro marco de relaciones internacionales de la unión de pueblos libres de Europa. La UE se ha convertido en una institución neoliberal, de los mercaderes frente a las personas. España representa el 13% del PIB europeo y tiene peso para intentar cambiarla. Pero podemos ir a un proceso de ruptura, sin miedo.

-Hay sevillanos con trabajo e ingresos que no llegan a esa renta básica que ha citado.

-Planteamos subir el salario mínimo a 1.100 euros al final de la legislatura frente a propuestas neoliberales de C's y otros partidos de bonificar las cuotas a la Seguridad Social de los empresarios.

-¿Y este país genera ingresos para pagar tanto?

-Sí, con un plan para recaudar 60.000 millones a través de la lucha contra la evasión fiscal y el fraude y la reforma fiscal progresiva.

-¿Qué aportaría a Sevilla y a sus problemas específicos un grupo fuerte de IU en el Congreso?

-Tenemos un proyecto de país para la mayoría social y si cambiamos la correlación de fuerzas podremos aplicarlo. Por otro lado, en IU-UP no entendemos el cambio sólo de la institución, sino que vamos a estar en la calle, en los conflictos de la gente, en la lucha de las mareas por la educación, la sanidad, por el derecho a la vivienda, en las luchas por la paz.

-¿Cuáles son los grandes problemas de Sevilla que se pueden afrontar desde el Congreso?

-Debemos apostar por un proyecto reindustrializador, por el Puerto como centro-logístico para la exportación, por la reapertura de Aznalcóllar y aprovechar las sinergias para la conexión ferroviaria entre Aznalcóllar y el Puerto. También por las energías renovables: en nuestra provincia hay sol, viento y desechos agrícolas para generar energías alternativas que cambien el modelo productivo; y apostamos por la reforma agraria y una red pública de distribución y comercialización de productos para que los agricultores reciban unos ingresos dignos y los consumidores tengan un precio justo. Es fundamental una potente agroindustria para que, por ejemplo, el aceite no se venda a granel y generar aquí el valor añadido.

-Y apuestan por la nacionalización de Abengoa.

-Sí. Susana Díaz sólo apela a la buena conciencia de los bancos para no dejarla caer. Pero desde lo público se debe intervenir en la economía. De hecho, Alemania no quiere que en el sur de Europa haya banca pública, pero como Estado controla el 30% del sistema bancario. Apostamos por la nacionalización de Abengoa para que sea motor del cambio del modelo productivo y para acabar con el oligopolio de las eléctricas.

-¿Su apuesta por Aznalcóllar no choca con el discurso ecologista que es bandera de IU?

-No está en contradicción con una actividad minera sostenible. Mantenemos el discurso ecologista y no luchamos contra la naturaleza, sino que nos adaptamos a ella. También con el tema del dragado, pero no en contra de la sentencia del Tribunal Supremo y con un estudio de impacto ambiental serio.

-Explique al votante que no ve diferencias entre IU-UP y Podemos qué debe tener en cuenta.

-Podemos está dentro del sistema que era bipardista y ahora es tetrapartidista, y no se cuestiona los pilares fundamentales de la economía. Plantea un recetario de medidas, pero no cuestiona las políticas e instituciones que han llevado a esta crisis. En IU-UP no cambiamos de discurso por un puñado de votos, estamos a la izquierda sin ambigüedades, Podemos está peleándose como el resto por llegar primero al centro. Cada día está más claro por qué no quisieron ir a un proceso de unidad popular.

-¿Cuál cree que debe ser el papel de IU-UP si no hay mayoría absoluta: respetar la lista más votada u optar por un cambio, como ha hecho IU en el Ayuntamiento de Sevilla, apoyando al PSOE?

-Es fundamental que IU-UP tenga un gran resultado y que la correlación de fuerzas nos permita determinar las políticas. Queremos echar a Rajoy del Gobierno, pero también las políticas de Rajoy.

-O sea, que no les valdría un intercambio Rajoy-Soraya.

-Queremos a Garzón presidente y poner la política al servicio de la mayoría social de este país. No hablamos de pactos, queremos una representación fuerte. Con respecto al PP somos como el agua y el aceite y el resto, si quiere hablar con nosotros, tendrán que asumir buena parte de nuestro programa. Estemos donde estemos no cambiaremos el discurso.