La Policía Nacional impidió una pelea entre ultras del Betis y el Sevilla la noche antes del último derbi entre ambos equipos, disputado el 6 de noviembre en el estadio Benito Villamarín. Se trata de un "grave enfrentamiento planificado" entre los ultras de los dos equipos que fue disuelto por los agentes.

Aunque los hechos ocurrieron la noche del sábado 5 de noviembre, no ha sido hasta hoy, nueve días después, cuando la Policía ha dado a conocer esta intervención. Según la nota de prensa, el dispositivo preventivo de seguridad se dispuso a controlar los lugares frecuentados por los grupos ultras sevillanos.

Los agentes detectaron la noche previa al partido a un numeroso grupo de individuos que se empezaba a congregar en una zona cercana al estadio, todos ellos provistos de objetos contundentes. Entre los participantes había miembros de los Biris y de los Supporters.

Tras la rápida respuesta de la Policía, los ultras allí concentrados acabaron huyendo del lugar, dejando atrás en la huida los objetos contundentes que portaban. Los agentes consiguieron identificar y controlar a más de la mitad de las personas congregadas.

Los policías intervinieron más de 50 palos de grandes dimensiones, tres barras de hierro, tres palos de hockey, un casco, cuatro pasamontañas, una bengala, un martillo, un antirrobos y multitud de piedras de grandes dimensiones.

Tras la intervención policial, se produjo un enfrentamiento violento entre los ultras de ambas aficiones. En esta reyerta hubo cuatro heridos. La Policía añade que las consecuencias "fueron de menor entidad debido a la incautación previa del material". Esta intervención la ha desarrollado la Brigada Provincial de Información y la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana.