Llegar y besar el santo. La Gerencia de Urbanismo ha ordenado la inmediata suspensión del uso de la instalación publicitaria existente en el número 15 de la Plaza del Salvador. En este céntrico enclave abrió sus puertas hace menos de dos semanas Kukuchurro, un negocio cuya filosofía es que los clientes puedan ir comiendo churros por la calle.

En el edificio que hasta hace unas semanas colgaba de unos de sus balcones una piruleta de grandes dimensiones (la tienda estaba ocupada por Caramelos Artesanos), hay ahora instalado sin licencia un rótulo adosado en la planta baja con el lema “KuKuchurro, tradición para llevar” y unas dimensiones de tres metros y 30 centímetros de largo por 60 centímetros de alto. Hay otro letrero publicitario sobre uno de los toldos rojos (ocupa todo el largo de la fachada) con el mismo mensaje.

Hay más elementos colocados en el exterior del inmueble sin ningún tipo de licencia otorgada en las caracolas de la Gerencia. Dos toldos en el nivel de la planta primera en los huecos de la fachada con una longitud de un metro con 80 centímetros, y otras dos cubiertas de lona en la planta segunda con la mismas dimensiones.

Conforme a la ordenanza municipal de publicidad, lo instalado se considera no legalizable. Los técnicos de Urbanismo ordenan su retirada, así como el tratamiento de las superficies afectadas por la publicidad, debiendo armonizar cromáticamente con los parámetros de la edificación o aplicando tonalidades que no generen contrastes acusados con el propio edificio o los del entorno. En el expediente aparece que los propietarios disponen de un plazo de tres días para comenzar las obras, y el mismo periodo para su ejecución una vez sea notificada la orden.

El negocio de churros dispone de tres días para retirar todos los elementos

Esta firma está gestionada por los hermanos Aroca González. En la página web señala que, “además de lo práctico del envoltorio, Kukuchurro merece la atención del público porque encierra la historia de una de las familias más veteranas en la elaboración de churros en Sevilla, puesto que el bisabuelo materno de los propietarios fue el célebre empresario chocolatero de Estepa Rafael Jiménez, que creó también en Sevilla la fábrica de chocolates Virgen de los Reyes”. El establecimiento de la Plaza del Salvador es el tercero junto a las tiendas de Regina y San Jacinto.