El nuevo proyecto de Ikea en Sevilla debe estar desbloqueado mucho antes de fin de año, bien sin necesidad de tocar el Plan General, bien mediante una modificación puntual que no requiera de un informe vinculante de la Junta de Andalucía. El Ayuntamiento trata de salvar el proyecto mediante la primera solución, sin descartar la segunda como igualmente viable. Así lo anunció ayer el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, que no descartó que la solución final sea tomada sin necesidad siquiera de una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de acuerdo con el nuevo plan presentado por la empresa. Vílchez se mostró optimista y confiado en que el proyecto se quede en Sevilla, aunque admitió que la multinacional sueca ha recibido ofertas muy atractivas de otros municipios, caso de Córdoba y La Rinconada. Urbanismo precisa en todo momento que el Ayuntamiento de Sevilla tiene competencias en la materia a la hora de conceder la licencia, pero en ningún caso en los terrenos, que en el caso de Sevilla son de titularidad privada.

Vílchez auguró que "mucho antes de final de año" estará el asunto más que resuelto, así como que la propuesta final será presentada a la Junta de Andalucía "sea o no necesaria" su aprobación, una promesa que incluyó dentro de los criterios de transparencia que quiere seguir el gobierno de Zoido en todas sus medidas.

Según pudo saber este periódico por fuentes vinculadas a la empresa, el director general de Ikea estará en Sevilla en diez días para sellar el acuerdo definitivo con el alcalde, Juan Ignacio Zoido.

Con motivo de la presentación del balance de los primeros cien días de gobierno, Vílchez aseguró que todo lo relacionado con el polémico proyecto de Ikea está "bastante avanzado y en la última fase de desbloqueo", aunque "pendiente de algunos flecos". Precisó que los promotores han presentado un plan parcial que se encuentra en fase de análisis por los técnicos del Ayuntamiento.

"El PGOU no se modificará de forma profunda con Ikea", sentenció Vílchez, que precisó que se están analizando diferentes opciones para otorgar la licencia a Ikea y que, entre ellas, se encuentran propuestas que suponen que no se tenga que llevar a cabo "necesariamente una modificación puntual del PGOU".

Vílchez aludió a las gestiones del gobierno anterior, presidido por Alfredo Sánchez Monteseirín, con la multinacional sueca en relación con este proyecto. Dejó claro que el nuevo gobierno ha querido en todo momento "partir desde cero". Recordó que se ha tenido conocimiento del convenio firmado entre la empresa y el gobierno de Monteseirín por los propios representantes de la entidad: "Nosotros no hemos encontrado el documento".

En general, el delegado de Urbanismo se mostró esperanzado en que la inversión recale finalmente en la capital andaluza: "Hay que ver nuestros intereses y los suyos para conseguir que se quede en Sevilla. A lo mejor fuera de Sevilla se ofrece suelo municipal, como se hizo en Jerez de la Frontera, mientras que aquí supone la compra de terrenos privados". Por eso insistió en que en Sevilla se trabaja con la opción de los suelos de San Nicolás Oeste, junto al Aeropuerto de San Pablo, que son privados, por lo que el Ayuntamiento se limita exclusivamente a gestionar la licencia. El concejal advierte que el Ayuntamiento pedirá a Ikea que se modifique la propuesta remitida para adaptarla "en lo necesario".

Dejó clara su apuesta por "sentarse" con la Junta de Andalucía para plantearle el proyecto "sea o no necesario en base a la transparencia" y espera que la Administración regional "ayude" al Consistorio para que lleguen "muchos otros proyectos".

En el primer planteamiento de Ikea se solicitaba una recalificación de 149.000 metros cuadrados de techo, 41.400 metros más del tope que marca el Plan General de Ordenación, de ahí la polémica política que ha marcado buena parte del arranque de mandato de Zoido como alcalde. Una polémica que provocó incluso que se pronunciara el propio presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán (PSOE), que rechazó las modificaciones del Plan General justificadas en la necesidad de crear empleo: "Pueden sentar un precedente y abrir la puerta a elementos que no sean tan positivos". Por este motivo, el gobierno del PP quiere evitar a toda costa tocar el PGOU, por lo que aún deberá explicar cómo se satisfacen las necesidades de la multinacional sueca de acuerdo con la normativa urbanística.

Ikea por ahora sigue apostando por Sevilla. "No se plantea por el momento hacer este proyecto en ningún otro lado que no sea en Sevilla", garantizó Rodrigo Sánchez, responsable de comunicación del área de expansión de Ikea.