Cada enfermero en las Urgencias del Hospital Infantil sólo dispone de una mascarilla FPP 2 en turnos de 12 horas para uso “No Medical” según las características de fabricación a las que han tenido acceso los profesionales.

Además, todo el equipo de enfermería en este servicio esencial sólo dispone de una sola mascarilla FPP3, que está custodiada, para atender a los niños que llegan de emergencia con broncoespasmos y que requieren aeorsoles o/y oxígeno. Especialistas en los cuidados pediátricos han expresado a este periódico temor por su salud y la de sus familias.

En plena ola de contagios, profesionales que permanecen en primera línea frente a la pandemia denuncian falta de material de protección, y de personal suficiente ante la previsible avalancha de casos, en un centro de referencia.  

Las mascarillas que proporcionan a los profesionales de uso "no medical" según las propiedades de fabricación.

Fuentes oficiales del Hospital Virgen del Rocío, por su parte, explican que los almacenes centrales del complejo sanitario “albergan material de protección individual  para hacer frente a la pandemia durante los próximos tres meses”; y que “cada efectivo recibe de manera racional el material que necesita y que corresponde a sus propias tareas”.

Los profesionales insisten en que faltan mascarillas, pantallas de protección, geles viricidas, pijamas desechables, guantes para burlar al virus, etcétera.

El sindicato de Enfermería Satse ya denunció la semana pasada que un gel hidroalcohólico que se estaba utilizando en los tres hospitales (Virgen del Rocío, Macarena y Valme) así como en los Distritos Sanitarios Sevilla y Aljarafe no era viricida.

Según ha constatado esta central este gel ya ha sido retirado y sustituido por otro con capacidad viricida. "Exigimos a los responsables del SAS que comprueben que todo el material de protección es el apropiado antes de repartirlo entre los profesionales", advierte Reyes Zabala, portavoz del Satse-Sevilla.

Las pruebas PCR y las analíticas que se precisan ante un caso de Covid se complican cuando el paciente es un niño. A la hora de las extracciones y de realizar otras pruebas invasivas los pequeños suelen llorar y se mueven continuamente, de modo que normalmente las enfermeras necesitan el apoyo de auxiliares de enfermería o de otro efectivo de cuidados.

Todos los que atienden al menor que ha podido contraer el Covid necesitan de sistemas de protección individual para evitar el contagio. En las urgencias pediátricas, de momento y desde el inicio de la pandemia, sólo disponen de cuatro pantallas de protección que están deterioradas del uso, e incluso están pegadas con esparadrapo, como se aprecia en la foto.

Ante una emergencia, por ejemplo un broncoespasmo, todo el equipo de enfermería dispone de una sola mascarilla FPP3, de modo que el resto de profesionales quedan desprotegidos.

A solo unos días de que aumente los casos con el inicio del nuevo curso, enfermeros que trabajan en uno de los puntos más sensibles del sistema sanitario, las Urgencias pediátricas, denuncian que, además de la falta de mascarillas FPP2 homologadas,  trabajan con guantes de vinilo pese a las continuas peticiones para que les suministren otros más apropiados frente a este virus  fabricados con nitrilo.

Profesionales en primera línea se sienten desprotegidos  en plena ola de contagios y ante previsible aumento de los casos ante la reapertura de las aulas.

Por su parte las fuentes oficiales del centro insisten al afirmar que las plantillas del Virgen del Rocío disponen de todo el material de protección necesario: “Parte de la enfermería en las Urgencias quiere disponer de un nivel superior de protección que realmente no se corresponde con sus tareas. A cada profesional se le facilita el material que necesita (mascarilla, guantes, pijamas, etcétera)".