Vicente Ferrer, la auténtica Marca España

COMO todo empezó con una entrevista, la que una joven periodista inglesa de 21 años, Anne Perry, le hizo en Bombay a un jesuita barcelonés, Vicente Ferrer, era emotiva la fórmula de la entrevista elegida por la Fundación Vicente Ferrer para escuchar en Sevilla a Anna Ferrer. El nombre que adoptó después de aquella entrevista, "la más larga de mi vida". La entrevistadora se casó con el entrevistado y compartió el lema de su vida: "Todo lo que no se da, se pierde".

El cronista tuvo el privilegio de entrevistar a la entrevistadora en el hotel Bécquer. En la sala se reproduce la estatua alegórica del poeta y las musas: el pasado, el presente, el futuro. El poder para cambiar el presente. Así tituló Anna Ferrer el artículo que publicó en este periódico el mismo día del encuentro. Para reivindicar la nostalgia del futuro -la imagen es de Luis García Montero- y darle la vuelta a la cruda realidad de un país, la India, donde 1,4 millones de menores mueren antes de cumplir los cinco años y 62 millones sufren desnutrición crónica.

A la hora del encuentro jugaba la selección española. Le persigue a Vicente Ferrer, cuyo hermano Tomás jugó en el Granada. El ex jesuita que fue a tansformar la realidad de la India rural murió el 19 de junio de 2009. Cinco años después, los periódicos daban cuenta de la eliminación de España en el Mundial de Brasil. Vicente Ferrer es la auténtica Marca España. Anna Ferrer contó que una media de casi dos mil españoles visitan anualmente las instalaciones de la Fundación en el estado de Anapurta.

Cada persona que llenaba el salón Bécquer Murillo Velázquez del hotel de Reyes Católicos tenía una historia con la Fundación Vicente Ferrer. Una joven estaba leyendo Un pacto de amor, el libro en el que Anna Ferrer cuenta su vida con Vicente. En la sala había familias que han apadrinado niños en la India o participan en la iniciativa Mujer a mujer.

Estaban María Pujol y Miriam Gómez, dos de las cuatro triatletas que el día 13, hace una semana, cruzaron a nado desde Tarifa el Estrecho de Gibraltar. Un esfuerzo titánico en compañía de delfines al que llamaron Rumbo Solidario y con el que han recaudado fondos para una caravana de alimentos al pueblo saharuai y la construcción de una escuela en la región india de Gooty.

Anna Ferrer aceptó agradecida un presente muy especial. Micaela Caro, que trabajaba en la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, le entregó una fotografía. La hizo Horacio Lara y en ella se veía a Vicente Ferrer paseando por un patio del Parlamento Andaluz en compañía de la propia Micaela, Manoli Santos, Reyes, Bernardo Escobar, de Protocolo del Parlamento y una colaboradora de la Fundación Vicente Ferrer. En su reciente visita a Sevilla, Anna Ferrer ha vuelto a visitar el hospital de las Cinco Llagas donde está la Cámara autonómica.

Debió ser la visita a Sevilla en la que este cronista vio a Vicente Ferrer en El Corte Inglés. Este agitador de conciencias también vivió en Cuba, como Pepín Fernández, el fundador de El Corte Inglés. Anna Ferrer contó la historia del apego que Vicente le tenía a una chaqueta que había comprado hace casi cuarenta años en esos grandes almacenes.

La geopolítica mira a esa parte del mapa. El Nobel de la Paz fue para la paquistaní Malala Yousafzai y el ingeniero indio Kailash Satyarthi; el G-20, al que pertenece la India -"lo único que emergen en la India son los pobres", suele decir Jordi Folgado Ferrer, sobrino de Vicente-, se reunió en Brisbane (Australia) y el Papa visitará Sri Lanka y Filipinas. Anna Ferrer oye en las palabras de Bergoglio ecos de frases de Vicente Ferrer. Vicente de Bombay, que coincidió en un aeropuerto con Teresa de Calcuta.