Sevilla

El Virgen del Rocío diagnostica cada año 80 nuevos casos de cáncer infantil

Personal de la planta de Oncohematología pediátrica del Hospital Infantil.

Personal de la planta de Oncohematología pediátrica del Hospital Infantil. / M. G.

Cada año se diagnostican unos 80 nuevos casos de cáncer infantil en el Hospital Infantil del Virgen del Rocío. La buena noticia es que cada vez el diagnóstico es más precoz, los tratamientos son más personalizados y eficaces y la tasa de curación también se incrementa progresivamente hasta alcanzar ya el 82%. En el Día Internacional del Cáncer Infantil, que se dedica a los largos supervivientes de esta enfermedad, el centro sevillano ha puesto en valor la labor de los profesionales de la unidad de Oncohematología Pediátrica, no sólo centrada en la cura de la enfermedad, sino también en aumentar la calidad de vida del paciente minimizando sus secuelas.

"La evaluación y la rehabilitación precoz de dichos deterioros suponen un reto y son fundamentales para la recuperación de las diferentes capacidades afectadas", sostienen fuentes hospitalarias.

Los especialistas de la unidad de Oncohematología Pediátrica inciden en la importancia de ofrecer un programa de seguimiento a largo plazo para detectar precozmente las secuelas que pueden ir apareciendo con el tiempo. También, para promover hábitos de vida saludable que minimicen los factores de riesgo que ocasionan esas secuelas. "Hay que tener en cuenta que los niños, una vez superan la enfermedad, tienen toda una vida por delante y tienen que aprender a convivir con su nueva realidad", recalcan desde el centro sevillano.

Y es que, a medida que ha ido aumentando la esperanza de vida en la población infantil diagnosticada con cáncer, se han descubierto también importantes efectos secundarios a largo plazo que limitan de manera significativa su calidad de vida. Estos pueden ser efectos cognitivos, físicos, emocionales y, en consecuencia, sociales.

"El deterioro neurocognitivo puede provocar déficit de atención, memoria, síntesis, capacidad espacio-visual, lenguaje, entre otras. Además, dicho deterioro cognitivo repercute directamente en aspectos psicológicos y sociales de la vida diaria del paciente, que pueden hacer que se aísle del resto de niños e incluso pueden provocar exclusión social", argumentan los profesionales.

En vías de reforzar ese apoyo a niños y familias, los especialistas del hospital sevillano colaboran con asociaciones solidarias como Andex, que representa a padres de niños con cáncer de Andalucía, quienes han colaborado en el día de hoy con la organización de una entrega de medallas a las personas e instituciones que ayudan a mejorar la vida de los menores y sus familias. Una de ellas ha sido para la unidad de Radioterapia del Hospital Universitario Virgen del Rocío, por su implicación a la hora de incorporar tecnología de vanguardia para el tratamiento de los pequeños pacientes y el trato humano con el que los reciben, a ellos y a sus familias.

De la misma manera colaboran con la asociación AEetc, sin ánimo de lucro, también formada por padres y madres de niños y niñas con cáncer cuyo objetivo fundamental es ayudar a superar las secuelas que les ha provocado el tratamiento oncológico. Su nombre alude a que después del tratamiento oncológico, lejos de terminar la lucha contra la enfermedad, viene un largo ETC, las siglas de Efectos del Tratamiento del Cáncer.

Los especialistas de la Unidad de Oncohematología Pediátrica asisten cada año más de 2.750 consultas y 750 ingresos en la planta motivados por el cáncer infantil. Además, atienden más de 600 sesiones de quimioterapia oncológica, 300 sesiones de tratamiento citostático hematológico, 185 biopsias o aspirados de médula y 150 terapias intratecales.

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