Si el primer altavoz que ha utilizado la llamada Plataforma Alfalfa degradada para denunciar que las leyes que deben conciliar la diversión con el derecho al descanso no se cumplen en esta zona de la ciudad ha sido el de las redes sociales, también es el que ha escogido el alcalde, Juan Ignacio Zoido, para darles una primera respuesta, al menos verbal, a sus demandas y a su desesperación.

El regidor popular, que es un muy activo en su cuenta de Twitter, con la que suele interactuar además, ha explicado a los vecinos que ya, de media, el Ayuntamiento de Sevilla realiza unas seis actuaciones en estas calles cada fin de semana.

Aunque, visto que no es suficiente para atajar el problema, el edil les anunció también que, a partir de ahora, se "doblará el esfuerzo por vuestro derecho al descanso".

En otro mensaje, con el que Zoido respondía a las numerosas alusiones directas que recibió de vecinos de esta zona de la ciudad desde el sábado, apuntó que ya esa noche -una vez que varios medios se hicieron eco de la movilización de esta plataforma vecinal- se iba a "intensificar la presidencia policial" para paliar el problema. Este domingo, las imágenes que los vecinos han colgado también en Youtube saltaron a primer plano de algunos medios a nivel nacional, pese a que no es un problema nuevo.

De hecho, la plataforma denuncia que ningún gobierno de los que se han ido sucediendo en el Ayuntamiento de Sevilla, de distintos colores, ha logrado atajar los perjuicios que la movida ocasiona en esta zona histórica de la ciudad, con calles estrechas en las que los ruidos se multiplican. Por la mañana, todo es suciedad y orines desde hace décadas y el ruido de los que beben y charlan en la calle es relevado por el del camión-barredora de Lipassam, a las cinco de la madrugada, sin solución de continuidad.

El debate se ha desencadenado de nuevo después de que los residentes hayan colgado en internet multitud de vídeos grabados y las fotos tomadas en las calle Pérez Galdós, Boteros o Siete Revueltas y todo ese entorno para denunciar la pesadilla que viven cada fin de semana.

Este domingo, continuaron con sus quejas, que giran en gran medida en torno a la "pasividad de la Policía Local", sin que las llamadas que realizan constantemente al 112 "sirvan de nada".

Al contrario, aseveran que el control policial que sí funciona en la Plaza del Salvador, de donde los jóvenes se terminan dispersando a la hora prevista, ha desplazado aún más estas concentraciones hacia toda esta zona colindante.