Sevilla

El absentismo escolar pasa del 50% al 15% en ocho años

  • Los logros en materia de vivienda se han estancado al frenarse la inversión, pero los edificios se han mantenido pese al recorte.

Pese a la llamada de alerta de la comisionada por el crecimiento de la pobreza extrema en el barrio y por los exagerados índices de desempleo que padece toda la zona, en el Polígono Sur también hay señales positivas. María del Mar González quiso ser optimista en el balance que hizo este jueves de su primer año al frente de esta oficina. Un balance que no sólo se ciñe a su trabajo, sino que analiza la marcha del plan integral desde que fuera elaborado por su antecesor, Jesús Maeztu, a mediados de la década pasada.

El dato del que más orgullosa está la comisionada es el del absentismo escolar. Hace diez años, uno de cada dos niños no iba a clase. Había un 40% de menores que estaban inscritos en los centros pero no iban y un 10% que ni siquiera estaba registrado. Esas cifras hoy son historia y el absentismo está alrededor del 15%. Clave ha sido el plan específico contra este problema, que como pilar básico ha tenido la continuidad de los profesores, a los que se ha dado la oportunidad de quedarse durante años en el barrio para que los claustos fueran los mismos durante un periodo prolongado. El conocimiento del barrio y el trabajo con las familias ha permitido a los profesionales de la educación rebajar considerablemente el absentismo.

El reto en materia de educación pasa ahora por aumentar el porcentaje de alumnos que se titula en secundaria, que está en poco más del 30% cuando en el resto de la ciudad casi alcanza el 80%. "La formación es la llave para abrir un horizonte nuevo para sus vidas. El sistema educativo también está relacionado con otras áreas, como el empleo o la salud, para crear itinerarios de inserción sociolaboral", indicó la comisionada, que explicó el caso de muchos jóvenes que por la mañana participaban en talleres de empleo y por la tarde estudiaban para titularse en secundaria. González destacó que en muchas familias del barrio las generaciones actuales son las primeras en pisar una escuela.

En materia de vivienda y urbanismo también se han hecho muchos avances y el grado de cumplimiento del plan integral supera el 50%. La Junta ha invertido más de 40 millones de euros en la rehabilitación de viviendas. La inversión se ha frenado con la llegada de la crisis, pero los edificios reformados se han mantenido, a juicio de la comisionada. "No sólo se ha rehabilitado lo urbano, sino también lo humano. Es cierto que en la zona de Martínez Montañés que se conoce como Las Vegas hay edificios que no están en buenas condiciones y que deberían cambiarse".

Para María del Mar González, peores que las barreras físicas son las psicológicas. "Un reto fundamental que nos hemos marcado es quitar esos muros psicológicos que separan el Polígono Sur del resto de la ciudad, que son mucho más altos que el de Hytasa o el de la vía del tren. La imagen del barrio que tiene la ciudadanía siempre ha sido la de una página de sucesos, y nuestro esfuerzo ha de ir encaminado a transmitir a la ciudad que éste es un barrio solidario y luchador, a cambiar ese imaginario negativo".

Otra de las líneas en comunicación ha de ir hacia dentro, es decir, a intentar transmitir a los vecinos el trabajo. "Hace unos años se presentó el plan y todo era ilusión. La lentitud de las obras y los cambios y luego la crisis económicas, unido al hecho de que el relevo al frente del comisionado cuando se marchó Jesús Maeztu tardó más de cuatro meses, dejaron entre los vecinos la conclusión de que el plan estaba muerto. Hoy es un barrio desesperanzado con ganas de recuperar la esperanza". La comisionada es la primera ilusionada. "Es un barrio que te reta, pero que también te da mucho".

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