La Academia Sevillana de las Ciencias celebra su 40 aniversario en el Alcázar
La institución reconoce a las entidades que han hecho posible estas cuatro décadas de vida
La Real Academia Sevillana de las Ciencias celebró este miércoles su 40 aniversario con un acto en el Real Alcázar, en el que se entregaron una serie de reconocimientos a las entidades que han colaborado con la institución académica a lo largo de su historia y han contribuido a su crecimiento. Fue una noche para repasar cuatro décadas de actividad y también para plantear los retos de la Academia de cara al futuro. En un lugar que exuda Historia en cada azulejo, en cada pared y en cada loseta. Así precisamente lo apuntó el delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, que acudió en representación del alcalde, José Luis Sanz.
"A lo largo de los siglos, este monumento ha sido testigo privilegiado de la historia, la cultura y la grandeza de nuestra ciudad. No es sólo un momento, sino un testigo vivo de los siglos, un espacio que resume en sus muros la memoria de la ciudad. Aquí confluyen historia, arte y cultura, y hoy añadimos un nuevo capítulo dedicado a la ciencia", apuntó el concejal. "Es un institución que representa con orgullo la excelencia y un verdadero legado a la sociedad, la educación y el progreso. Sevilla siempre ha sido cuna de saberes y encuentro de culturas, y la Academia de las Ciencias honra esa tradición", añadió, para rematar con el deseo de que "esta celebración sea un estímulo para reforzar los vínculos entre la ciencia, la historia y la cultura".
El presidente de la Academia, Miguel Ángel de la Rosa, destacó el momento como "de alegría, orgullo, satisfacción y de mirar al pasado, pero también de encarar los retos del futuro". Por eso el acto tuvo dos partes bien diferenciadas, una primera encaminada a recordar los orígenes y los principales hitos de la Academia en estos cuarenta años, y una segunda centrada en los retos que tiene la institución por delante. Entre medias, las actuaciones de la soprano Diana Larios, brillante en una interpretación del Concierto de Aranjuez.
El secretario de la Academia, Enrique Fernández, hizo un resumen histórico de un proyecto que tuvo su origen en 1976 como academia de química, pero que no prosperó debido al momento político. La iniciativa fue retomada varios años después, con Manuel Gracia como consejero andaluz de Ciencia y una junta gestora dirigida por Antonio Pascual Acosta. Se creó la Academia el 15 de mayo de 1985. Los primeros académicos se nombraron a final de ese año y tomaron posesión ya en 1986. El primer académico de honor fue el profesor Margalef López.
Miguel Ángel de la Rosa leyó unas palabras de Rafael Márquez, ex presidente de la entidad. Le siguieron los discursos de Benito Valdés, que presidió la Academia entre 2003 y 2011, y José Luis de Justo, entre 2011 y 2023. Todos coincidieron en que la principal preocupación durante muchos años fue la carencia de una sede propia, algo que por fin se logró en 2018.
La Academia entregó sus placas de honor a seis instituciones: el Ayuntamiento de Sevilla, que fue recogida por Juan de la Rosa; la Universidad de Sevilla, por el rector, Miguel Ángel Castro; la Real Maestranza de Caballería, por el teniente hermano mayor, Marcelo Maestre León; el Ateneo, por su presidente, Emilio Boja Malavé; la Fundación Cajasol, por su presidente, Antonio Pulido; y la Fundación Ayesa, por su presidenta, Ana Manzanares Abásolo.
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