El año del cerdo en Sevilla

Las tradiciones de los inmigrantes

La comunidad china celebra de forma íntima la llegada del año 4717

Una fiesta alejada de los espectáculos de luz y fuego que se preparan en el país asiático

El año nuevo chino corresponde con el del cerdo según el horóscopo del país asiático.
El año nuevo chino corresponde con el del cerdo según el horóscopo del país asiático. / D. S.

En la casa de Liyan Sun hay restos de jiaozi. Se trata de un plato típico para celebrar la llegada del año nuevo chino. Una especie de empanada que se incluye en el copioso menú de una noche que se festeja por todo lo alto. Este inmigrante lleva seis años fuera de su tierra natal. Desde 2016 vive en Sevilla. Trabaja de profesor en la Academia Oso Panda. Pasa estas fiestas con sus compatriotas.

En la capital andaluza hay más de 3.000 chinos que festejan la llegada del año del cerdo, aunque esta celebración se vive de forma íntima, distinta a como se desarrolla en las principales ciudades del país asiático, donde la luz y la pirotecnia se adueñan de una noche que marca el inicio de un nuevo ciclo. “Aquí no hay mucho ambiente”, confiesa Ahe Liu, presidenta del Centro de Cultura China de Sevilla. El motivo de que estas fechas se vivan de manera discreta obedece a una sencilla razón palpable en esta comunidad inmigrante: “Estamos trabajando todo el día”. “Aunque mantengamos nuestra cultura y tradiciones, vivimos en un mundo occidental, adaptados a su calendario y horario, por lo que el año nuevo se reduce a la cena. Al día siguiente los niños van al colegio y hay que madrugar”, refiere Liu.

El nuevo año es el 4717 en la cultura han. Se considera un periodo de renovación. Por tal motivo, es costumbre que desde semanas antes se limpien a fondo los hogares. Hay que dejarlo todo en perfecto estado de revista: Desde las sábanas hasta el aspecto personal. Son fechas en las que las peluquerías se encuentran atestadas de clientes. “Cinco días antes empezamos a comprar mucha comida. Llenamos las despensas. Se trata de una cena muy copiosa, para la que se elaboran platos propios de la jornada”, detalla Liyan Sun. Aquí se incluyen los referidos jiaozi, una empanada rellena de carne y verdura. El equivalente a las uvas.

Los preparativos también conciernen a los adornos. Esta época del año es conocida como la Fiesta de la Primavera. Suele coincidir en el calendario occidental con el final de enero y el inicio de febrero. En las puertas se coloca un carácter de la escritura china, denominado , y que significa suerte. Según explica Liyan Sun, se cuelga al revés, como forma de dar la bienvenida al nuevo año: “La suerte está llegando”.

“En esta época hay multitud de desplazamientos en China, ya que es una fiesta que supone el regreso al lugar de origen. La vuelta con los ancestros”, explica este profesor. La celebración dura una semana. Las primeras jornadas tienen dedicación exclusiva. El día de Año Nuevo se pasa con la familia del padre. El segundo, con el de la madre. “A partir del tercero los días de descanso se organizan ya de forma individual, como uno quiera”, añade Liyan Sun.

El 'jiaozi' es el plato típico de esta fiesta china.
El 'jiaozi' es el plato típico de esta fiesta china. / D. S.

No faltan los juegos propios del gigante amarillo, como el Mahjong. Y también el póker. Ni por supuesto, los farolillos, los dragones de luz y la pirotecnia. “En algunas ciudades se usan tanto los fuegos de artificio y las tracas que parece que la tierra tiembla”, relata Liyan Sun, quien reconoce que es en esta época del año cuando más echa en falta su tierra. Tiene, al menos, el “consuelo” de ver el especial de cinco horas que emiten en la televisión internacional china.

Este programa lo ve también Zhang, quien lleva diez años en Sevilla. Aquí conoció a su mujer –también china– y tuvo a su hija. Los tres dieron la bienvenida al año nuevo con una copiosa comida en la que no faltaron tres ingredientes básicos: marisco, pescado y carne. Luego estuvieron pegados al televisor. “Es una tradición. Jugar al póker y ver el especial de cinco horas”, asegura este empresario hostelero que ha abierto un restaurante japonés en Javier Lasso de la Vega.

Zhang es un empresario hostelero  que trabaja el día del año nuevo chino.
Zhang es un empresario hostelero que trabaja el día del año nuevo chino. / José Ángel García

Zhang vive en el centro de Sevilla. Junto a San Juan de la Palma. Hasta hace poco regentaba un negocio de comida japonesa en la Encarnación, al lado de las setas. Ahora ha emprendido esta aventura en solitario. Explica que este año es el del cerdo, el último del ciclo de la cultura china dedicada a 12 animales distintos: Rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo. Se trata de un horóscopo que marca el porvenir de cada habitante. Quienes hayan nacido en años dedicados a este signo (1923, 1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995 y 2007) tendrán un protagonismo especial en el actual.

Tanto Zhang como Lyan viven esta entrada del año con cierta mesura. Al día siguiente toca trabajar. Todo el tiempo que haga falta, como es habitual en una sociedad acostumbrada a una fuerte competencia por el elevado número de habitantes.

Por tal motivo, el Centro de Cultura China de Sevilla traslada al próximo domingo 10 de febrero la celebración de esta fiesta, que tendrá lugar en el Teatro Riberas del Guadaíra, en Alcalá de Guadaíra. Una cita que ya se ha convertido en un clásico en este municipio sevillano y a la que incluso se ha sumado la Universidad de Sevilla con esta felicitación:

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