25 años enseñando la ciudad en autobús

Con dos tradicionales autobuses londinenses, aquellos de dos plantas y de color rojo, el emprendedor Diego Macías importó a Sevilla hace 25 años el concepto de autobús turístico. La empresa Sevirama, asociada entonces con la compañía inglesa Guide Friday, fue la primera en España en ofrecer en 1990 una visita guiada de una ciudad sobre un autobús de dos pisos y descubierto. Esta oferta turística no llegó a Barcelona hasta 1996, y hasta 2000 en el caso de Madrid.

Para conmemorar este aniversario, Mariano Palancar, propietario de Sevirama, y Miguel Rus, presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), entregaron este martes al delegado socialista Antonio Muñoz una placa conmemorativa con la que la empresa quiso agradecer "a la ciudad el apoyo recibido estos años". Asimismo, Palancar anunció la celebración de una jornada de puertas abiertas el 22 de diciembre. Este día, los sevillanos podrán utilizar los autobuses turísticos de forma gratuita.

Al acto, que se celebró en los jardines del Real Alcázar, acudieron diferentes empresarios sevillanos, además del concejal del PP Gregorio Serrano, y Francisco Moraga, del grupo municipal de Ciudadanos.

Pese a que se trataba de una iniciativa innovadora -que únicamente funcionaba en ciudades como Oxford y Cambridge, como recuerda Mariano Palancar-, los comienzos fueron "complicados": "No había una legislación ni normas de tráfico al respecto", explica el propietario de Sevirama. "Cuando íbamos a Industria a pedir los permisos, todo era nuevo. Pero el gobierno local de aquella época tuvo una visión de futuro y apostó por esta actividad".

Palancar recuerda cómo al principio, antes de la peatonalización del centro, el autobús turístico circulaba por la Avenida de la Constitución y entraba hasta la Plaza Nueva y la Plaza del Triunfo e, incluso, la Plaza Virgen de los Reyes. "Fuimos arriesgados e intrépidos, y ganamos", manifiesta.

Mariano Palancar confirma que la mayoría de los usuarios de este servicio son españoles, seguidos de los turistas de origen alemán, italiano y francés. Los datos anuales giran en torno a los 80.000 y los 100.000 usuarios, aunque, el empresario confirma que, desde 2008 a 2013, la crisis azotó con fuerza al sector: "En 2014 empezamos a respirar, y este año los números van mejor, pero aún estamos por debajo de los datos de 2007". La clave para Palancar no está sólo en el mayor poder adquisitivo de los turistas, sino en "el esfuerzo" de su equipo.