El presunto autor del parricidio de la Macarena, Jesús Perejil, presumía en las redes sociales de sus borracheras y colocones. La última vez que lo hizo fue el 27 de diciembre, hace menos de un mes, un día después de su cumpleaños. "Ayer (mi cumple) me puse hasta el culo de alcohol, marihuana y cocaína. Que me quiten lo bailao...", fue el mensaje que publicó en su muro de Facebook a las 12:20 del citado día.

Una hora y media después dejó otros dos textos. A las 13:49 publicó el siguiente texto: "Mi secreto y objetivo es fabricar una pastilla mediante químicos para que el orgasmo se vea ralentizado más de un minuto...". Once minutos más tarde dejó otro mensaje en el que defendía la vida en libertad y agradecía poder pasar la Navidad con los suyos. 

"La libertad es un preciado tesoro que solo los que la hemos perdido en algún momento de nuestras vidas sabemos valorar. Le doy gracias al cosmos entero por poder estas pasando estas navidades con los míos". Se refería a sus problemas con la Justicia. Ya acumulaba once detenciones, todas a raíz de que se agravara su problema con las drogas, desde el año 2016. Había cometido varios robos para costearse su adicción, pese a que sus padres habían luchado con todas sus fuerzas para sacarlo de la misma. 

Este fue su último mensaje en esta red social. Tres semanas después, el 22 de enero, mató presuntamente a su padre, el escritor Antonio Perejil Delay, asestándole dos cuchilladas en el pecho. Tras unas horas fugado, fue detenido por la Policía Nacional en las inmediaciones de la vivienda en la que ocurrieron los hechos.