Un autor florentino junto a Bécquer y a Aníbal González

calle rioja

Clásico. Mañana se cumplen 700 años de la muerte de Dante Alighieri, presente en un monumento en Sevilla y 'ausente' con la devaluación progresiva de los estudios de Italiano

Un autor florentino junto a Bécquer y a Aníbal González
Un autor florentino junto a Bécquer y a Aníbal González

EL parque de María Luisa ha recuperado su esplendor y no dejan de pasar turistas en coches de caballos. El cochero indica con la mano un busto a la izquierda flanqueado por dos columnas, muy cerca de la glorieta Hermanos Álvarez Quintero. Se refiere a Dante Alighieri (1265-1321), escritor florentino de cuya muerte mañana se cumplen siete siglos.

La estatua se inauguró en junio de 1969 por iniciativa de la Asociación Dante Alighieri de Sevilla y en 1971, hace ahora cincuenta años, fue trasladada a su actual emplazamiento en el Parque de María Luisa, conviviendo con las estatuas de Gustavo Adolfo Bécquer o Aníbal González o la efigie del jardinero Forestier. Las dos chicas que viajan en el coche de caballos se bajan un momento, se hacen una foto junto a la estatua de Dante y otra bajo la cascada del monte Gurugú.

El 11 de septiembre de hace veinte años el mundo asistió a la Humana Tragedia. Tres días después de ese aniversario rinde tributo al autor de La Divina Comedia, una de las obras fundamentales de la literatura universal. Toda comedia es divina, desde Plauto o Terencio a Muñoz Seca, Mihura y Jardiel Poncela, pero la de Dante iba por otros derroteros. Un viaje del infierno al paraíso atravesando los diferentes estados, incluido el purgatorio. Una visión teológica y filosófica del mundo. Cuando muere, manda en la Iglesia Juan XXII, segundo de los siete Papas de Aviñón, ya que durante varias décadas el Pontificado estuvo lejos de Roma, en lo que algunos llamaron segundo cautiverio de Babilonia.

En la época de su muerte se está creando la semilla de la Guerra de los Cien Años que librarían Francia e Inglaterra que no conoció Dante, pero sí las otras dos grandes estrellas de las letras italianas, Petrarca y Bocaccio. De La Divina Comedia al Decamerón. En España reinaba Alfonso XI, bisnieto de Alfonso X el Sabio, vencedor de la batalla del Salado con la que recuperó el Estrecho de Gibraltar junto al que falleció este monarca de largo reinado, con el paréntesis de la regencia de María de Molina, que murió el mismo año 1321 que Dante. Reina de Castilla, tiene una calle principalísima en Madrid y una más modesta en Sevilla, junto a la Gran Plaza. Dos años después que Dante, en 1323 muere Marco Polo.

Dos viajeros italianos, uno al interior del alma en compañía de Virgilio y con la guía de su amada Beatriz, otro siguiendo la ruta de la seda de China, palimpsesto fallido del viaje de Cristóbal Colón. Una década después de su muerte, Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, escribe El Libro del Buen Amor. El estudio de la lengua italiana dejó de ser en Sevilla una licenciatura o un grado para ser una simple materia facultativa confundida entre otras lenguas. El país del que llegaron a España el soneto, la octava real o el endecasílabo. En los manuales de Literatura se estudiaba que el Renacimiento nace en el paseo por los jardines del Generalife de GRanada entre Juan Boscán y el italiano Andrea Navagiero.

La estatua de Dante es la única memoria de esos estudios. De una relación fértil en la que Leonardo Sciascia vino a Sevilla para hacer un reportaje sobre la Semana Santa; Italo Calvino (que extravió su equipaje en el hotel Inglaterra) participó en septiembre de 1984 en un seminario de Literatura Fantástica con Borges y Gonzalo Torrente Ballester. Dos años antes, el catedrático de Filología Italiana Manuel Carrera, gallego de Orense formado en Turín, organizó un Congreso de Filología Italiana que inauguró Francisco Rico con una conferencia sobre Petrarca. Dante Alighieri está tan presente en la lengua española que la Academia incluye en el diccionario tres vocablos relacionados con el autor florentino.

Dantesco, dantismo y dantista. El primero alude a escenas o situaciones desmesuradas que causan espanto. Hay dos acepciones del vocablo dante. La primera es un mamífero parecido al ciervo, búbalo (búfalo de Asia, del cual proceden los búfalos domésticos de Egipto, Grecia e Italia). La segunda sería sinónimo de donante. Que da (del verbo dar). En El Gusanito Lector, librería de la calle Feria, un francés afincado en Sevilla tiene en sus manos el último ejemplar de La Divina Comedia de Alianza Editorial. "Prefiero leer a Dante traducido al español, tiene más musicalidad que en francés". Los Papas volvieron de Aviñón a Roma. Dante es coetáneo del ideal caballeresco y de la cultura cortesana. Sevilla tiene estatuas de personajes con más antigüedad que el Dante: Trajano, Julio César, El Cid Campeador, San Fernando. Pero pocos con esa aureola de referencia universal y permanente de las letras, de camino necesario por las virtudes, los pecados y las tentaciones. Cuando muere, media Andalucía es cristiana y la otra media musulmana. La guerra de los Setecientos Años.

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