El bloque que sufrió una explosión de gas el pasado 23 de marzo en las Tres Mil Viviendas estaba preparado para el cultivo extensivo de marihuana. Así lo corroboraron este martes varios agentes de la Policía Local, que realizaron una inspección en el edificio.

Esta revisión ha llegado después de que incluso el Ayuntamiento tuviera que reforzar el control de los accesos al bloque para evitar la entrada de los residentes, que insistían una y otra vez en entrar pese a los riesgos del edificio tras la explosión. Esto hizo sospechar a los policías.

Una vez allí, los agentes detectaron en una de las plantas del bloque la existencia de instalaciones preparadas para cultivar marihuana. Había infraestructura eléctrica, aparatos, abono, enganches ilegales e incluso macetas que son habituales para el cultivo de esta droga.

La entrada al bloque de la calle Don Juan Tenorio.

La Policía Local ha dado traslado de todo esto a la Policía Nacional, para que abra una investigación sobre este asunto e investigue las posibles conexiones que pueda tener esta infraestructura con las mafias de la marihuana en el Polígono Sur. 

La deflagración se produjo a las nueve menos cuarto de la noche del 23 de marzo en un edificio de la calle Don Juan Tenorio, en la zona de la barriada de Murillo conocida como Los Verdes por el color de las fachadas. Dos personas resultaron heridas de carácter leve tras la explosión de gas. 

La explosión se produjo por la acumulación de gas en el forjado sanitario del edificio. La zona se mantiene acordonada y con evidentes indicios de deterioro, con escombros y cascotes por todas partes. Una bombona de butano sirve de soporte para el precinto policial mientras que toda la entrada está cubierta de restos del bloque.

Aprovechando la inspección de este martes, técnicos de la Gerencia de Urbanismo han estado revisando también el estado de las viviendas para proceder a unas obras de urgencia, ante el más que evidente riesgo de colapso del edificio. Por el momento, las familias que residían en él no pueden volver, por mucho que le preguntaran a los técnicos.

Mientras tanto, dos operarios sacaban cascotes del edificio y los trasladaban a una cuba colocada en la parte peatonal de la calle. Un hombre llega con su coche hasta la entrada del bloque, donde hay un sitio libre, y le pregunta al policía que custodia la entrada si puede aparcar allí. "Sin problema, claro, puede dejarlo ahí", responde el agente.

"Lo suelo aparcar aquí todas las noches. Pero la noche de la explosión, no sé por qué, lo dejé allí en la esquina. Menos mal. Si lo hubiera dejado allí, tendría unos buenos daños seguro. Por lo menos los cristales habrían saltado", explica el hombre.

No es la primera vez que un suceso de este tipo hace que se descubran plantaciones de marihuana en el Polígono Sur. En los últimos años ha habido varios incendios derivados de sobrecargas de la red eléctrica por el elevado consumo de energía que demandan los cultivos ilegales.

El Polígono Sur es la zona más afectada de la ciudad por este problema, que también está detras de la mayoría de los apagones y averías que se registran cada año, especialmente en los picos de más demanda, tanto en los días de más calor como en los de más frío.