El brillo vuelve al arquillo del Ayuntamiento
Concluye la restauración de la fachada sur de este edificio renacentista · Antes del verano continuará la limpieza
Resplandeciente. Así está la fachada sur del arquillo del Ayuntamiento -la que da a la Avenida de la Constitución-, el interior del mismo, su bóveda y la fachada este, tras las labores de restauración promovidas por el Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial.
La limpieza y protección de este edificio renacentista de estilo plateresco se hará por fases. La primera concluyó el pasado mes de diciembre bajo la dirección de la arquitecta Dolores Robador. El alcaide del Patronato del Real Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo, y el director conservador, Antonio Balón, tienen previsto que a final de 2013 estén restauradas todas las fachadas del Consistorio. De hecho, después de Semana Santa continuarán los trabajos de rehabilitación en las portadas que dan a la plaza de San Francisco.
Una intervención minuciosa y exhaustiva, ya que las esculturas de las fachadas estaban muy deterioradas debido a la contaminación, explicó Dolores Robador, que ayer detalló el programa de restauración, adjudicado a la empresa Sanor por un importe de 174.585 euros. La piedra presentaba unas grandes costras de suciedad -se puede apreciar en las fachadas que aún no se han limpiado ni restaurado-, que han supuesto un trabajo fino de limpieza, siguiendo criterios de gran protección de la piedra, ejecutado con detalle y protección.
Las labores de restauración han comprendido, inicialmente, la sustitución de algunas balaustradas deterioradas por otras nuevas de piedra, al igual que morteros que fingían sillería por nuevos sillares de características similares a la piedra. Posteriormente, se procedió a las tareas de limpieza de sales y materiales nocivos, que se ha realizado manualmente para mayor eficacia, perfección y pulcritud. En todo momento, ha regido el criterio de usar los materiales originales que los primeros constructores emplearon, sobre todo porque se trata de materiales "nobles de altísima protección", comentó la arquitecta.
Una aportación destacada ha sido la incorporación de piezas de piedra de remate de las cornisas. Con ello se evita que el agua de la lluvia descienda, erosione y ataque a la piedra tallada de los frisos bajo las cornisas. Además, todos los contornos afectados por la humedad han sido impermeabilizados, puesto que sufrían múltiples fisuras y alteraciones como consecuencia de las precipitaciones.
Durante las tareas de restauración han comprobado cómo la piedra de la fachada presentaba una fina capa de protección con un mortero fino de cal, tipo estuco, color oro viejo, material empleado también en la Sala Capitular. Esta técnica muy antigua, aportaba color, luminosidad y protección. De hecho, hay cornisas en las que se observa ese color amarillo luminoso.
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