Dos cardenales, numerosos arzobispos y obispos, representantes de la Nunciatura Apostólica y autoridades civiles y militares. El sábado se celebrará en el Altar del Jubileo de la Catedral la misa solemne de acción de gracias con motivo de los 50 años de ordenación sacerdotal de Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla. La Eucaristía será concelebrada por dos cardenales españoles: monseñor Amigo, arzobispo emérito de Sevilla, y monseñor Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid y ex presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). También ha confirmado su participación el arzobispo castrense de España, monseñor Juan del Río, que fue obispo de Jerez y director del Servicio de Asistencia Religiosa Universitaria (Sarus) y Juan Antonio Martínez-Camino, obispo auxiliar de Madrid y ex secretario general de la CEE.

Se espera la asistencia de todos los obispos del Sur de España, especialmente con la de Demetrio Fernández, actual prelado de Córdoba, una diócesis que Asenjo dirigió antes de ser titular de Sevilla. Un valor especial tendrá igualmente la asistencia de monseñor Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara, donde nació monseñor Asenjo.

La Nunciatura Apostólica ha confirmado la participación de dos representantes. Se cuenta también con el titular de las diócesis de Mérida-Badajoz, Celso Morga; Urgell, Joan-Enric Vives; y el emérito de Segovia, Ángel Rubio.

Monseñor Asenjo cumple el sábado 50 años como sacerdote. Recibió la ordenación episcopal en 1997. Uno de sus principales hitos fue la coordinación de la quinta y última visita apostólica de Juan Pablo II a España, lo que le valió el reconocimiento y la condecoración del Gobierno de España. Ha sido secretario general de la CEE como hombre de máxima confianza del cardenal Rouco Varela, una de las figuras de mayor peso de la Iglesia española en los últimos años. Asenjo ha escrito una carta a los sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos de Sevilla en la que invita a todos los fieles de la Archidiócesis “a unirse a mi acción de gracias y a participar, quienes lo deseen, en la Eucaristía”.

El arzobispo destaca que en la misa del próximo sábado dará “gracias a Dios por el don siempre inmerecido de la vocación sacerdotal y del sacerdocio, y por todos los dones que el Señor me ha regalado en estos cincuenta años, y por aquellos con los que ha bendecido a muchas personas encomendadas a mi ministerio”. Pide a las monjas de clausura que «recen por mí para que sea siempre un instrumento digno y eficaz del ministerio de salvación que me ha encomendado en la Iglesia en Sevilla». Para esta misa, las puertas de los Palos, San Miguel y el Príncipe se abrirán una hora antes, a las diez de la mañana.