La Cartuja Pickman anuncia que entregará las vajillas pagadas o devolverá el dinero

La última palabra la tendrá, sin embargo, el liquidador nombrado por el Juzgado Mercantil 3 de Sevilla

La quiebra de La Cartuja Pickman atrapa a numerosas familias que pagaron por adelantado sus vajillas

Encarnación Rodríguez pagó 490 euros por una vajilla que no ha recibido de La Cartuja Pickman tras su cierre
Encarnación Rodríguez pagó 490 euros por una vajilla que no ha recibido de La Cartuja Pickman tras su cierre / M.G.

La Cartuja Pickman, dueña de la sociedad Ultralta, vinculada la familia Zapata, ha transmitido tranquilidad a las familias que habían pagado vajillas y no las han recibido una vez paralizada la producción, según ha anunciado a este periódico Francisco Arroyo, socio de RSM y representante de la propiedad. La compañía afirma colgará en su web un comunicado comprometiéndose a usar las vajillas que tiene en sus almacenes para entregar los pedidos abonados y, en el caso de que no hubiera producto, se intentará devolver el dinero.

Los clientes han denunciado a través de este diario que han intentando en los últimos meses contactar con la compañía, sin que nadie les diera contestación por teléfono ni e mail. Sin embargo, Ultralta ha reaccionado al conocerse la presentación de las primeras denuncias ante la Policía Nacional y Consumo de la Junta de Andalucía por presunta estafa contra Ultralta, que -según los afectados- habría estado vendido vajillas y cobrándolas cuando había paralizado la producción y sabiendo que no podría cumplir el convenio de acreedores. Asimismo, las familias afectadas temían que es stock pudiera terminar vendiéndose en un outlet con descuento.

A la espera de que aparezca el nuevo comunicado, la web de La Cartuja Pickman sigue diciendo que "por razones técnicas nos hemos visto abocados a parar la producción y detener la comercialización durante un plazo no determinado", habilitando el correo electrónico comunicación@lacartujadesevilla.com y el teléfono 611273603.

Sin embargo, no es la empresa la que tendrá la última palabra, ya que el Juzgado Mercantil 3 de Sevilla ha aprobado el auto de liquidación solicitado por la compañía después de que Hacienda embarga sus cuentas por una deuda de casi 800.000 euros y la Seguridad Social amenazara con hacer lo mismo por el pago pendiente de un millón de euros de cotizaciones. Al Fogasa, Ultralta debe además casi medio millón de euros, y a los trabajadores no se les ha abonado la última nómina, que suma unos 45.000 euros. Será ahora el liquidador quien decidirá qué solución se da a los clientes que habían abonado previamente unas vajillas que no han recibido tras paralizar la fábrica su producción y posteriormente cerrar. Las soluciones pasan por entregar las vajillas en stocks o devolver el dinero, aunque no se descarta la posibilidad de que quien pueda comprar la unidad productiva se haga responsable de este problema.

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