La quiebra de La Cartuja Pickman atrapa a numerosas familias que pagaron por adelantado sus vajillas
Un cliente ya ha presentado una denuncia en la Comisaría por estafa y otros amenazan con acudir a los tribunales si no les devuelven cantidades que oscilan entre los 90 y los 1.322 euros por familia
La familia Zapata cierra la emblemática fábrica de loza La Cartuja Pickman
A la fábrica de La Cartuja Pickman, propiedad de Ultralta, no sólo le reclaman el pago de deudas millonarias Hacienda, la Seguridad Social, el Fogasa y los trabajadores. Ahora se suman numerosas familias de toda España que compraron a través de su página web o en la misma fábrica vajillas o juegos de café de esta mítica loza sevillana y que no han recibido a pesar de haber pagado sus pedidos al contado o por transferencia bancaria. Los afectados denuncian que la fábrica estuvo admitiendo pedidos y cobrando a pesar de que la producción se paralizó el 31 de julio, de que los trabajadores fueron el 28 de agosto a un ERTE de seis meses por obras en el tejado de la fábrica y de que sabía que no podría cumplir el convenio de acreedores por un embargo de Hacienda.
Los afectados piden la devolución de cantidades que oscilan entre los 90 y los 1.400 euros por pedido. La familia Zapata, propietaria de Ultralta, asegura que tiene intención de devolverles el dinero, para lo cual -dice- ya está hablando con el administrador concursal. ¿Cuántas personas están afectadas y qué importe se les debe? Ultralta asegura que no lo sabe a ciencia cierta: "En ello están ahora los contables". A los trabajadores, la familia Zapata les debe además unos 45.000 euros de la nómina de agosto, que -anuncia- cobrarán esta semana.
Familias que abonaron por adelantado sus vajillas han contactado por Instagram y han creado en WhatsApp una plataforma cuyo fin es movilizarse para reclamar el dinero a Ultralta, ahora en proceso de liquidación en el Juzgado Mercantil 3 de Sevilla. Muchas familias ya dan por perdido el dinero pagado ta Ultralta, mientras que algunos clientes estudian denunciar en los tribunales a Ultralta por estafa. Otras, por consejo de sus bancos, han acudido ya a comisarías de Policía para denunciar lo ocurrido y poder hacer una reclamación.
Decepción
Entre las afectadas está Encarnación Rodríguez, una vecina de Sevilla, que compró por 490 euros una vajilla de 27 piezas del modelo Ceilán como regalo de cumpleaños de una amiga que vive en Londres, quien había quedado encantada con su menaje cuando la visitó en la capital andaluza. "Siempre había comprado las piezas de La Cartuja Pickman en El Corte Inglés pero esta vez decidimos hacerlo a través de la web porque estábamos en la playa. Ahora ni me cogen el teléfono ni contestan a mis mensajes por correo electrónico", protesta esta afectada, cuya mesa siempre la ha vestido con la vajilla de flor de lis de esta emblemática marca sevillana.
Al igual que Encarnación, el sevillano Juan Jesús S. compró en la página web de La Cartuja Pickman una vajilla por 865 euros a principios de septiembre. "Al poco tiempo contactaron conmigo para decirme que había un problema con el tejado de la fábrica y que habían parado la producción, pero que tampoco podían mandarme el pedido porque no podían acceder a las existencias al estar en obras. Me dijeron que ya se pondrían en contacto conmigo a través de e-mail para que decidiera si quería seguir con el pedido o prefería la devolución del dinero. Hasta ahora nadie me ha llamado y eso que he llamado muchas veces al teléfono que aparece en la web". A su juicio "hubo mala fe porque, aunque no lo sabíamos, en septiembre la fábrica ya estaba parada y no por un problema en el techo, como hemos sabido después".
Como regalo de boda también compraron diez amigos de Zaragoza una vajilla del modelo Ceilán de La Cartuja en color azul y abonaron por adelantado 1.322 euros. "Lo hicimos a través de la web porque El Corte Inglés no nos garantizaba que llegara a tiempo para la boda. Como no daban señales de vida pedimos la devolución del dinero pero no hemos vuelto a tener noticias de ellos, pesar de que cuando hicimos el pedido nos registramos y nos dieron un número de seguimiento de pedido, que desapreció cuando empezaron los problemas, lo que supone un acto de mala fe. Estamos haciendo ahora una reclamación al banco por fraude, ya que son los únicos que nos están dando alguna esperanza de recuperar el dinero", cuenta Isabel G., una de los amigos de los contrayentes que nunca recibieron el regalo de boda.
Denuncia en Comisaría
La madrileña Virginia M. realizó en julio dos pedidos por 706 euros y por el momento no ha recibido las vajillas ni el juego de café. Tampoco le han devuelto el dinero ni le han contestado los e-mail ni le han llamado para informarle de lo que está sucediendo en La Cartuja Pickman. Eso le ha llevado a enviar un escrito a la compañía por "reclamación por incumplimiento contractual y presunta estafa en la fase concursal", recordando que Ultralta ya sabía entonces que no podría cumplir el convenio de acreedores y que iría a liquidación. Virginia, que ha puesto los hechos en conocimiento de la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía, recuerda en su escrito que, "a pesar de esta situación, la página web permaneció operativa, aceptando pedidos y cobrando importes, siendo conscientes de la imposibilidad material de cumplir con las entregas, dada la situación económica y jurídica de la entidad". A su juicio, se ha incumplido el artículo 248 del Código Penal, que recoge el delito de estafa con ánimo de lucro usando engaño, por lo que si en un plazo razonable no le devuelven el dinero o el producto solicitado interpondrá una denuncia por presunto delito de estafa. "Debieron parar la comercialización de vajillas cuando sabían que no podían responder. Si no es una estafa, se le parece mucho", concluye.
Otra de las afectadas, la madrileña Mónica V. confió en la empresa cuando encargó el 6 de julio una vajilla por 700 euros y le dijeron que la recibiría en septiembre aunque agosto iban a estar cerrados por vacaciones. "Cuando a final de julio hablé por teléfono con Ultralta para reclamar, quien me atendió por teléfono me animó a comprar otra vajilla porque estaban con descuentos. Si esto no es un engaño, mala fe y probablemente estafa, es -afirma categórica- al menos una vergüenza". En una Comisaría de la Policía Nacional en Madrid, Mónica ha presentado denuncia por estafa para exigir la devolución del dinero.
Regalo de cumpleaños
Irene D.B., residente en Málaga, pagó 486 euros por una vajilla el 26 de agosto, a dos días del inicio del ERTE, y tampoco sabe nada de su pedido. Lo mismo le pasó a la sevillana Estefanía García, cuya familia le regaló una vajilla completa por su 40 cumpleaños, el modelo clásico en rosa, por el que pagaron 700 euros. "Mi familia se desplazó directamente a la fábrica de La Cartuja Pickman para hacer la compra pero se llevó la sorpresa de que sólo se hacían bajo pedido, por lo que mi familia decidió abonarla al completo en el momento de encargarla. La fecha de entrega era principios de septiembre y al ver que no llegaba la vajilla, nos pusimos en contacto con la fábrica sin obtener respuesta alguna. Después vimos en la web que la fábrica cerraban por un supuesto fallo en las instalaciones. Una semana después nos contestaron por e-mail que nos ofrecían el reembolso, lo pedimos y nunca más volvieron a contestar", cuenta Estefanía, que ironiza al decir que "la tarjeta de regalo es lo más cerca que tuve la vajilla en mi vida".
La almeriense María José M. pidió por la web de La Cartuja un juego de té, fuentes y platos de diferentes modelos y tamaños, pagando el 15 de julio un total de 874 euros. No era la primera vez que había hecho un pedido online, por lo que no se preocupó cuando se demoró la entrega un mes. Sin embargo, el pasado 10 de septiembre saltaron las alarmas cuando llamó a Ultralta y no contestó nadie. Sólo recibió la contestación a un e-mail suyo diciendo que habían cerrado por obras pero que en dos meses ya estarían en funcionamiento- "Me propusieron igualmente la devolución del dinero o recibir la primera producción que se iniciara, advirtiéndome que iban a subir los precios en las siguientes producciones si demoraba el pedido", denuncia.
En el caso de Alejandra S., de Barcelona, siempre había tenido la ilusión de tener una vajilla de La Cartuja Pickman y sus amigas le sorprendieron regalándole una por su 40 cumpleaños, haciendo el pedido por la web el pasado mes de julio. "Después nos enteramos por la prensa qué estaba pasando con la compañía pero lo más frustrante fue saber que se plantea hacer un mercadillo con las existencias para liquidar el stock. Lo mínimo sería que lo que haya en los almacenes vaya al menos para las personas que tenemos pedidos pendientes". A ella le deben 157 euros, algo más que a Rosa P., sevillana residente en Madrid, quien pagó casi 90 euros para reponer algunas piezas de su vajilla Aurora de La Cartuja. "Hay un patrón de comportamiento. La empresa ha seguido recibiendo pedidos y cuando cobraban decían a los clientes que se esperaran porque se estaba cayendo el techo de la fábrica, que era mejor esperar antes que anular el pedido porque las vajillas iban a subir de precio. La Junta de Andalucía debería actuar. ¿Qué pasaría si El Corte Ingles o Zara tuvieran abiertas sus tiendas online y no entregaran lo que vende y cobre. Sería un escándalo.", protesta.
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