El CESS tilda de “importante subida de la presión fiscal” la tasa de residuos
Hacienda
El dictamen de este órgano consultivo cuestiona que la bajada del IBI un 1% suponga un significativo ahorro tributario para los sevillanos
La nueva tasa de residuos será más cara en Los Remedios, Bellavista-La Palmera y Triana
“La modificación que se introduce en esta tasa (de residuos) es la reforma de mayor calado que presenta el proyecto de ordenanzas, introduciendo cambios que darán lugar a un importante aumento de la presión fiscal a soportar por los ciudadanos”. Esta es una de las principales conclusiones del Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) –formado por representantes de los sindicatos, los empresarios y algunas asociaciones de consumidores– en un dictamen sobre las ordenanzas fiscales que propone José Luis Sanz para el año que viene y en el que se apunta a que la bajada del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) anunciada en un 1% no se traslada a una menor presión fiscal sobre la ciudadanía.
En el informe del CESS sobre los impuestos, tasas y precios públicos de la ciudad para el año que viene se valora que la tasa de residuos impuesta por Europa “va a suponer sin duda un incremento importante en la presión fiscal que recae sobre la ciudadanía, que diluye la bajada del 1% en los tipos impositivos del IBI, que es la otra gran modificación que incorpora el proyecto”. No todo es negativo, ya que se aplauden las modificaciones realizadas en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y en tasas como la de los mercados de abastos o la ley del suelo.
Apunta que la recaudación prevista por el nuevo canon pasará de los 47 a los 77 millones
Entre las valoraciones del órgano consultivo destaca el análisis a la tasa de residuos. “Tras el análisis del texto propuesto, y teniendo en cuenta la proporción de cuota fija y variable, así como que la valoración del comportamiento del ciudadano a efectos de la cuota variable solo desciende a nivel de distrito, que es un colectivo heterogéneo y poco representativo de un comportamiento unitario, podemos concluir que el proyecto, a pesar de la innegable dificultad de llegar a conocer la cantidad de residuos por habitante, no cumple con los objetivos y el espíritu de la norma por varios motivos que referiremos a la cuota fija y a la cuota variable”.
Sobre la primera, apuntan que su subida obedece, más que a dar cobertura a la repercusión de los nuevos costes consecuencia de la Ley 7/2022, a tratar de convertir una tasa que durante años ha venido siendo notoriamente deficitaria respecto del coste del servicio de recogida, en una tasa que responda a cubrir exactamente el coste de la totalidad de servicio de recogida y tratamiento, en los términos que viene a exigir la Ley de Residuos respecto de los costes de gestión de residuos no recuperables.
Sobre la segunda cuota, considera que, si bien entienden que la utilización del índice se acerca más a la generación de residuos, el hecho de hacerse por distritos no permite cumplir con el objetivo de la norma dado el gran número de habitantes a los que con carácter general se le aplica el mismo índice sin tener en cuenta el comportamiento individual por hogares o locales. “En resumidas cuentas, el resultado desde el punto de vista de la repercusión fiscal del ciudadano va a suponer, en muchos casos, duplicar el importe de la tasa de basuras, o lo que es lo mismo, lo que antes se abonaba en dos meses ahora se va a abonar en uno. Y ello con relativamente mínimas diferencias en función del distrito en el que se halle el domicilio o local”.
Respalda las modificaciones en el ICIO y en tasas como la de los mercados
Sobre la tasa de residuos, el CESS concluye que “se prevé un incremento muy notable de la recaudación. En términos comparativos con la tasa actualmente vigente, se va a pasar de pretender recaudar 47 millones a recaudar 77, esto es, más de 30 millones sin que se atisbe la existencia de ningún plan o proyecto que contribuyan a instaurar un sistema de recogida de residuos que permita reflejar en la tributación el principio de pago por generación o quien contamina paga”.
Otra de las preocupaciones del órgano consultivo es que la reducción de los tipos impositivos del IBI en un 1%, teniendo en cuenta los derechos netos reconocidos por el avance de la liquidación del Presupuesto de 2024, va a suponer una merma de ingresos para el Ayuntamiento de Sevilla superior a los 1.680.000 euros, “suma que podría contribuir a mejorar los servicios públicos que presta el Ayuntamiento, ya que, por el contrario, el ahorro tributario para el ciudadano, salvo en el caso de grandes propietarios, no va a ser significativo desde el punto de vista del ciudadano”.
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