El colegio privado La Luna, en Sevilla Este, dejará de existir el próximo curso. Así se lo ha comunicado recientemente la dirección de este centro educativo a las familias cuando muchas de ellas ya habían pagado las matrículas de sus hijos para el nuevo ejercicio académico. Los menores se enfrentan ahora al problema de encontrar plaza en otras escuelas, especialmente en las públicas y concertadas, donde ya ha concluido el proceso de escolarización.

La crisis de natalidad parece ser la causante de esta decisión, según el comunicado enviado a las familias el pasado jueves. La falta de niños y, por tanto, el hecho de que se queden muchos pupitres vacíos ha llevado a la dirección del colegio a poner fin a la actividad docente.

Padres como Manuel Díaz, que tiene dos hijas de 5 y 9 años en este centro, entienden los motivos expuestos por la dirección, pero lamentan que la decisión se haya comunicado a un mes de acabar el presente curso. “Nos lo deberían haber dicho en febrero, antes de que comenzara la escolarización en los colegios públicos y concertados”, defiende Díaz.

"Un auténtico caos"

Ante las quejas de las familias, la dirección se reunió el pasado lunes con ellas para ahondar en los motivos. En el encuentro, según uno de los padres asistentes, los responsables de La Luna han informado de que el centro educativo cuenta desde hace varios meses con nuevos dueños, un fondo de inversión que, tras realizar una auditoría, ha estimado oportuno el cierre del colegio al no resultar “rentable” por las razones expuestas.

La mayoría de los padres habían abonado el coste de la matrícula para el próximo curso. La dirección ha comunicado a algunos que la cuantía se les devolverá en julio, aunque a otros aún no les han concretado fecha. “Es un auténtico caos”, lamenta Díaz.

A ello se añaden los problemas que estas familias se están encontrando para escolarizar a sus hijos en colegios cercanos a su domicilio residencial o laboral. En los públicos y concertados ya ha acabado ese proceso con la reasignación de plazas, por lo que sólo puede atenderse por escolarización extemporánea. En los privados tampoco resulta fácil por los precios y condiciones exigidas para admitirlos.

19 empleados "sin finiquito"

Al margen de las familias, hay otro colectivo bastante afectado por el cierre: los 19 trabajadores que se verán en la calle el próximo curso sin previo aviso. Este colectivo –integrado por maestros, cocineros, personal de limpieza y responsables de mantenimiento– se ha reunido este martes con la dirección del colegio. En dicha cita les han negado que el centro pertenezca ahora a un fondo de inversión, sino que sigue siendo propiedad de una empresa familiar, creada en su día por Antonio de Dios. Así lo explica Alexis Ríos de la Fuente, enlace sindical de los empleados del colegio.

Ríos abunda en que en esta reunión también les han informado de que, ante las dificultades económicas que atraviesa la empresa, no podrán pagarles el finiquito por despido. La plantilla ya ha dejado en manos de un sindicato este asunto, que será reclamado judicialmente una vez que se analice la memoria económica. Se había calculado una indemnización de 20 días por año trabajado. Hay empleados con más de tres décadas en este centro.

El Colegio La Luna cuenta actualmente con 57 alumnos matriculados desde el segundo ciclo de Infantil hasta sexto de Primaria. Su página web se desactivó el pasado lunes. En el comunicado enviado a los padres, subrayan “el esfuerzo económico”que han afrontado los últimos años, en los que se han abierto aulas “con grupos muy reducidos de alumnado, de 8 a 10 niños”.

Sin nuevas matrículas

En el plazo de escolarización que se abrió de marzo a mayo, no se registraron nuevas matrículas, sólo la de los estudiantes escolarizados en cursos anteriores. “No podemos seguir operando de manera sostenible con un 40% menos de alumnado para el curso 2023/24 respecto al actual”, abunda el comunicado.

La misiva concluye con un listado de colegios cercanos a La Luna que celebrarán jornadas de puertas abiertas en exclusiva para este alumnado, con el fin de facilitar su escolarización para el próximo curso. La dirección pide “disculpas” por las molestias causadas.