Salud

Las claves diagnósticas del virus del Nilo

Un vecino de Coria del Río pasea a su pero por la zona próxima a los humedales del río.

Un vecino de Coria del Río pasea a su pero por la zona próxima a los humedales del río. / Juan Carlos Vázquez

El virus del Nilo ha vuelto a encender las alarmas en la provincia de Sevilla un año después del mayor brote registrado en Andalucía hasta la fecha con origen, igualmente, en la zona del Bajo Guadalquivir sevillana. Los tres casos confirmados en los últimos días en Coria del Río y Villamanrique de la Condesa, con resultado de muerte en uno de ellos, ha aumentando el malestar entre la ciudadanía de la zona, así como los sistemas de vigilancia entre el personal sanitario.

"La circulación del virus del Nilo es una situación endémica en Andalucía. Sabemos que está aquí por toda las zonas de arrozales que tenemos y por ser zona de paso migratorio de las aves y por ello la sospecha diagnostica siempre está y son muchos los casos que se estudian aunque finalmente sean negativos", afirma la directora gerente del distrito sanitario Aljarafe-Sevilla Norte, Rocío Hernández Soto.

La sanitaria explica que para confirmar un diagnóstico es fundamental la toma de tres muestras: sangre, orina y líquido cefalorraquídeo, para localizar tanto anticuerpos como el genoma del virus, mediante técnicas de PCR. "Ninguna de ellas es sustituible por las otras, salvo en aquellos casos en los que el paciente se encuentre muy inestable desde el punto de vista neurológico y sea recomendable aplazar la punción lumbar para la recogida de líquido de la médula a otro momento", detalla.

Rocío Hernández sostiene que, debido al nivel de alerta de los sistemas sanitarios desde la crisis del año pasado, que se cobró siete muertes en Andalucía (cuatro en Sevilla), esta toma de muestras es "indispensable" en toda persona que llega a un centro sanitario con una fiebre alta, que es el síntoma de inicio más frecuente, y un síndrome confusional, que se manifiesta con cierta desorientación o dificultad para hablar en sus primeros momentos. Además, fundamentalmente, explica la sanitaria, otra clave es el lugar de residencia del paciente. "Cuando tenemos este cuadro y además la persona vive en una zona con humedal, ya sea Coria del Río, Puebla o en un radio de unos 10 kilómetros de esas zonas, la sospecha básica sobre una posible infección del virus del Nilo aumenta. Es una zona que hay que vigilar mucho tal y como se hace desde Atención Primaria, además de los que llegan a las de Urgencias de los hospitales", apostilla.

Las manifestaciones de una infección por virus del Nilo pueden tener distintos grados de gravedad, aunque la gerente del distrito sanitario Aljarafe-Sevilla Norte insiste en que un 80% de los casos cursan de manera asintomática y es sólo un 1% el que presenta un cuadro más complejo. En este sentido, además de las fiebres, los pacientes afectados por este virus tras la picadura de un mosquito presentan cuadros neurológicos como puede ser una encefalitis. "Entonces el paciente llega con fiebre y además un síndrome confusional", concreta la sanitaria, que especifica que es la clínica más frecuente en adultos. Otro cuadro también común en las personas afectadas es la meningoencefalitis. "En este caso a la fiebre le acompaña dolor de cabeza o vómitos, que surgen con mucha fuerza, y síntomas al estilo de una meningitis", concreta y añade que es una situación más típico en niños. Por último, la profesional apunta a posibles parálisis, como síntomas más frecuente en adultos jóvenes, o el desarrollo de un síndrome de Guillain Barré, que es una afectación de los nervios, desde el punto de vista motor y sensitivo. "Cuando hay fiebres acompañadas de algunos de estos problemas neurológicos siempre lo primero que pensamos es que podemos estar ante una posible Fiebre del Nilo", insiste.

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