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Sevilla

Una confesión como prueba de cargo

  • El juez que investiga la desaparición de Marta deberá resolver esta semana sobre la petición de libertad de Samuel Benítez · Su autoinculpación inicial es la única prueba que existe aparentemente contra el joven

El juez que investiga la desaparición y asesinato de Marta del Castillo deberá pronunciarse en los próximos días sobre la petición de libertad que ha formulado Samuel Benítez Pérez, amigo de Miguel Carcaño, el presunto asesino. Para resolver esta solicitud, que en el caso de que sea aceptada volverá a generar cierta polémica -como ocurrió con la excarcelación de Javier Delgado, el hermano de Miguel-, el magistrado tendrá que ponderar los argumentos jurídicos y las pruebas que hay contra este implicado.

De un lado, el instructor debe valorar la excepcionalidad de la prisión preventiva y la gravedad de los hechos que se atribuyen a estos implicados, que de momento continúan con la condición de imputados. En el caso de Javier Delgado, éste pasó de estar considerado como el cerebro de la trama para ocultar el cuerpo de Marta a tener una participación de menor entidad, puesto que según el magistrado, el rol que jugó "no fue predominante" en el crimen de Marta, lo que en principio degrada su implicación a la de un encubridor de los hechos.

Habrá que esperar a la decisión que adopte el magistrado con Samuel Benítez para ver si ocurre lo mismo que en el caso anterior y se le atribuye un papel menor. En principio, la confesión de los hechos por parte de este joven cuando fue detenido y declaró ante la Policía Nacional es la única prueba directa de su implicación en la desaparición de Marta. Al margen de esta declaración, de la que el joven se retractó tan sólo unos días después en el juzgado, no hay nada que le implique verdaderamente. Así, la Policía Científica no ha hallado restos biológicos de Samuel Benítez en el piso de la calle León XIII y a su favor cuenta con el testimonio de, al menos, nueve jóvenes, incluida su novia, que le ofrecen una aparente coartada para la tarde-noche del 24 de enero, cuando se produjo el asesinato de la adolescente.

Siendo la única prueba directa su confesión, Samuel Benítez ha alegado ante el juez que ésta se produjo bajo torturas, puesto que, según su testimonio, recibió amenazas de la Policía contra él mismo, su familia y su novia.

Un informe médico de la cárcel de Huelva ha puesto ahora de manifiesto que el día de su ingreso en el centro penitenciario, el joven presentaba un "hematoma y edema a nivel de miembro superior derecho", por lo que emitió el correspondiente parte de lesiones al juzgado para su investigación.

El abogado del joven ha planteado su libertad argumentando que, de acuerdo con la última declaración de Miguel Carcaño, resulta imposible que Samuel Benítez le ayudara a deshacerse del cuerpo de Marta. El defensor insiste en que Carcaño, en su último cambio de versión de los hechos, sitúa entre las 21:45 y las 22:30 el momento en que él y el menor de 15 años sacaron el cadáver y lo arrojaron a un contenedor próximo al piso de la calle León XIII. Luego Miguel Carcaño se trasladó hasta la localidad de Camas, a la vivienda de su novia, que ha ratificado ante el juez que el presunto asesino estaba en el domicilio a las 22:50.

En ese período de tiempo en el que se produce el asesinato de Marta y Miguel se marcha a casa de su novia, Samuel cuenta con los testigos que coincidieron con él en una hamburguesería de la barriada de Montequinto, una coartada que también parecen confirmar los repetidores de telefonía móvil. Así, Samuel recibió llamadas entre las 21:24 del día 24 y la 01:13 de la madrugada siguiente que lo sitúan en Montequinto, lo que confirma su declaración respecto a que no se trasladó a Sevilla hasta pasadas las 02:20 cuando se unió a la búsqueda de Marta que habían ya emprendido varios familiares y amigos de la adolescente.

Según un informe de la Policía, Miguel Carcaño llamó a Samuel a las 00:11 del día 25. Esta llamada tuvo una duración de un minuto y medio, y en ese momento Miguel estaba en Camas y Samuel seguía en Dos Hermanas.

Frente a estos datos, la acusación particular que ejercen los padres de Marta del Castillo considera que Samuel aún dispuso de un margen suficiente como para haberse traslado a Sevilla y colaborar con Miguel para deshacerse del cadáver. El abogado de la familia reconoce que, aunque hay testigos que le ofrecen una aparente coartada, hay un vacío horario en el que Samuel Benítez "no puede justificar" dónde estuvo aquella noche, ni siquiera a través de la declaración de estos testigos. Por todo ello, los padres de Marta se opondrán a su excarcelación.

La Fiscalía de Sevilla se pronunciará esta misma semana sobre el posible rechazo a la puesta en libertad provisional de Samuel Benítez. Cuando el juez acordó de oficio la libertad de Javier Delgado, el hermano de Miguel, el Ministerio Público no planteó ningún reproche a esta decisión.

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