El conflicto de los taxistas de Barcelona por las VTC deja a Sevilla sin servicio

Los taxistas de Sevilla dejaron ayer la ciudad sin servicio, en solidaridad con la huelga iniciada en Barcelona para reivindicar la limitación de las licencias para los Vehículos de Transporte Concertado (VTC), las que explotan compañías como Cabify o Uber. Tras dos noches de paros por sorpresa y concentraciones en el Estadio Olímpico de la Cartuja, una parte del sector, la que lidera la asociación Élite Taxi, convocó ayer la huelga indefinida, mientras que la Unión Sevillana del Taxi y la asociación Hispalense de Solidaridad del Taxi han convocado esta misma mañana, a partir de las 9:30 horas, una asamblea en Santa Justa para decidir si se suman a la huelga que ya se ha extendido de forma imparable a otras ciudades españolas.

A la espera de la decisión que adopten estas dos asociaciones, que también dependerá de la evolución de la reunión que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, mantendrá con los representantes del gremio, lo cierto es que Sevilla se quedó ayer durante buena parte de la jornada sin servicio de taxi. Los taxistas sevillanos se organizaron ayer creando grupos de WhatsApp para estar comunicados y decidir sobre posibles movilizaciones.

Según fuentes del sector, en la jornadas de paros de ayer habría servicios mínimos y piquetes informativos en las paradas. A mediodía de ayer, algunas de las paradas, como las de la estación de Santa Justa quedaron completamente desiertas, sin taxis, como muestra la imagen que aparece junto a esta información, y los turistas se vieron sorprendidos por esta huelga sorpresa.

A la asamblea de la noche del sábado en la Cartuja asistieron un centenar de taxistas de Sevilla, aunque las protestas habían comenzado la noche anterior, el pasado viernes, después de los graves incidentes registrados en Barcelona durante la huelga para reivindicar la limitación de las licencias de VTC.

Un centenar de taxistas, que partieron de las inmediaciones del Estadio de la Cartuja, montaron una caravana la noche del viernes y se desplazaron por varios puntos de la ciudad, como el Paseo de Colón, San Telmo, la Alameda y la estación de Santa Justa, llamando la atención de los ciudadanos al hacer sonar sus cláxones.

La noche del sábado, otro grupo de entre 80 y 100 taxistas volvieron a reunirse en el Estadio de la Cartuja, desde donde partieron de igual forma en caravana realizando un recorrido similar al de la noche del viernes.

El presidente de la Unión Sevillana del Taxi, Fernando Morales, explicó ayer que la decisión sobre la huelga dependerá de la reunión en el Ministerio de Fomento, a la que acudirá un representante de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT) y que estará presidida por el secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes, Pedro Saura. A esta reunión en el Ministerio están convocadas las principales asociaciones de taxistas como Fedetaxi, Antaxi y Élite.

Según Fernando Morales, los taxistas sevillanos podrían no secundar la huelga si la reunión en Fomento resulta “satisfactoria”, por lo que acuden a la asamblea de hoy en Santa Junta sin una postura predeterminada y con la intención de que las medidas que se planteen sean “consensuadas entre todos los asistentes”, informa Europa Press.

El departamento que dirige José Luis Ábalos ha llamado, asimismo, a Unauto, la patronal de las VTC, a un encuentro que tendrá lugar mañana martes, un día después de la reunión con las asociaciones del taxi. Además, Fomento ha convocado para la tarde del miércoles, 1 de agosto, la Conferencia Nacional de Transportes, en la que el propio ministro se reunirá con los responsables del ramo de las distintas comunidades autónomas.

En el marco de este foro, Ábalos volverá a proponer el traspaso a los gobiernos regionales de la competencia para la concesión de licencias de VTC. Se trata de una iniciativa que el ministro ya anunció a comienzos de mes, en su primera comparecencia en el Congreso. De esta forma, las comunidades tendrán la potestad por ley de dar unas licencias que en la práctica están otorgando pero por delegación de la Administración central, que es la que legalmente tiene la potestad.