Adela Muñoz Páez, catedrática de química inorgánica en la Universidad de Sevilla, fue cuestionada sobre el curso de mujeres en el conocimiento, la ciencia y la tecnología que hoy llega a su fin con la entrega de los diplomas a los alumnos participantes.
-¿Qué han querido transmitir con este curso que ha focaliza su interés en la participación más activa de la mujer en la sociedad?
-La idea era mostrar un escaparate de las mujeres en ámbitos como la ciencia que no se nos ve. Somos el 39% en el sistema de ciencia español y, aun así, no somos visibles de manera pública en medios o premios. Otro de los objetivos ha sido debatir cuestiones que consideramos graves y urgentes como la falta de vocación en parcelas como la ingeniería o matemáticas, que controlan el mundo.
-Las mujeres luchan tanto que, la mayoría, cuando van a ‘romper techo’, se cansan. ¿A qué se debe?
-Hay problemas bastante generales que llevan a eso. Es una lucha constante por estar ahí, y eso requiere un esfuerzo enorme en la formación y que añadido a los prejuicios y sexismo, hace que sea una tarea muy complicada. Además, no debemos olvidar el tiempo que ocupa la maternidad que, aunque sea una alegría, también es un hándicap.
-La literatura es una herramienta fundamental para pensar el mundo. En un mundo donde cada vez se piensa menos, ¿qué otras herramientas existen?
-Hay que separar humanidades y ciencia. En un mundo tan tecnológico es fundamental dotarse de normas éticas que pueden aportar como la historia, filosofía pero unidas a los conocimientos matemáticos.
-Se lucha por la mirada universal de la mujer. En un cruce de miradas, ¿por qué sigue ganando el hombre?
-El hombre ha ocupado el poder en todos los ámbitos y el conocimiento ha sido el reducto de poder más masculinizado. Renunciar a ese poder y privilegios, cuesta mucho trabajo. Existen inercias que hay que romper, aunque ya son más las mujeres que acceden a puestos de relativo poder.
-Hay una vertiente social que ha quedado anclada en el pasado y parece estar a gusto en un mundo dominado por el hombre. ¿Hay mujeres enemigas de las mujeres?
-Quiero pensar que ese grupo cada vez es más minoritario. Yo creo que no es en las mujeres donde reside el problema, más bien, en la inercia social y el miedo al cambio.
-La escritora Simone de Beauvoir dijo que “el problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres”...
-Basicamente, sí. Esa frase lo resume a la perfección. Ahora bien, una de las cosas que pretendemos siempre es atraer a los hombres a nuestro bando. Muchas grandes mujeres en el ámbito de la ciencia por ejemplo, han necesitado el apoyo de un hombre o varios y, en parte, por ellos todas consiguieron lo que consiguieron. Hay que atraer a los hombres a nuestro bando por el bien de la sociedad.