La buena dinámica laboral del último año continúa en la provincia de Sevilla pese a registrar una leve subida del paro. Así, la provincia suma 2.216 afiliados medios nuevos a la Seguridad Social, por lo que la cifra total se sitúa en 769.015. Volvemos, pues, a la senda ascendente tras la caída de 9.500 personas del mes de enero y después del récord absoluto de 775.884 del mes de diciembre. El dato de febrero es el mejor desde 2018 y el segundo mejor desde 2005, lo que indica buenas expectativas para la primavera, que es temporada alta en Sevilla y que en los dos últimos años ha estado lastrada por la pandemia.

Sin embargo, la buena dinámica de la creación de empleo no se traduce en una reducción del paro. Sube en 444 personas a 28 de febrero (más en las mujeres, con 760 más) hasta 190.223, un indicativo de que las personas que se incorporan al mercado para buscar trabajo son más que las que son capaces de absorber las empresas. A esta cifra hay que sumar los 4.475 nuevos desempleados del pasado mes de enero, por lo que no se puede hablar de buen comienzo del año en este indicador en concreto.

Los contratos indefinidos ganan peso

Más allá de la evolución mensual, quizás el gran dato que deja febrero es el gran número de contratos indefinidos firmados, muy superior al habitual. En la provincia se han rubricado en tan solo 28 días 9.492, uno de cada siete de los 69.958 registrados. En porcentaje, es el 13,5% del total, algo insólito si tenemos en cuenta que en todo 2021 solo el 6,93% fueron fijos. En un solo mes el porcentaje casi se dobla, aunque aun así está lejos del 22% al que se llega este mes en toda España. En lo que va de año (enero y febrero) el peso de la contratación indefinida en Sevilla es del 11,89%.

El cambio se debe, sobre todo, a la adaptación de las empresas a la nueva reforma laboral, que elimina los contratos de obra y servicio, limita las causas de la contratación temporal y generaliza la modalidad de fijo discontinuo.

La evolución por sectores

Por sectores, sí reducen el paro la industria (-221) y la construcción (-544) y sube en agricultura (327), servicios (260) y sin empleo anterior (522). Por lo que se refiere a la afiliación a la Seguridad Social, donde más se reduce el número de cotizantes es en el sector agrario, con 1.407 menos y dentro de una tendencia descendente que ya casi es de largo plazo. La provincia, por lo demás, suma 213 nuevos autónomos y 3.810 del régimen general (excluidos autónomos y personal del régimen agrario). Dentro de este apartado, la mayoría de los sectores apenas mueven sus cifras, salvo la construcción, con 1.957 nuevos afiliados, y la educación, con 1.531 más. Sanidad y servicios sociales, uno de los grandes motores del empleo en la pandemia, da ya signos de retroceso. Pierde 407 afiliados.

Trabajadores en ERTE

Los trabajadores en ERTE son ya pocos en comparación con los que había hace un año o en los primeros meses de la pandemia, pero su número se estanca. Hay 3.669 en febrero,  unos pocos más que los 3.638 de enero, y en cualquier caso muy lejos de los 26.172 que había a 28 de febrero de 2021. Los autónomos que reciben una prestación por estar en cese total o parcial de su actividad son en Sevilla 6.170, también unos pocos más que los 6.108 de enero, y menos que los 15.636 de hace un año.

Entre empleados en ERTE y autónomos en cese hay en la provincia aún 9.839 personas que no trabajan de forma efectiva o lo hacen de forma parcial, la abrumadora mayoría con ERTE motivados por el Covid. 

Evolución anual de paro y afiliación

Salvo por esta anomalía (la de las personas en ERTE y en cese de actividad) se puede decir ya que el mercado laboral se ha recuperado plenamente del golpe de la pandemia. El paro baja, respecto a febrero de 2021, en 42.624 personas, el mayor descenso en ese mes desde 1997, cuando se inicia la serie estadística. Ya hay menos parados que en el inicio de la pandemia, concretamente 3.246. La subida de los afiliados es de 34.182 personas, lo que significa que desde febrero de 2020, último mes sin pandemia, se han creado 23.631 en términos netos, algo que parecía poco concebible cuando comenzó la crisis.