Los controles policiales para erradicar la prostitución callejera han derivado en un total de 57 denuncias a clientes desde el pasado mes de enero, según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Sevilla. La cifra revela que el número de sanciones ha disminuido en los últimos meses, pues si en los primeros siete de esta campaña, que se inició en octubre del año pasado, se emitieron 72 denuncias, en los últimos ocho meses éstas no han llegado a las 60.

Fuentes municipales explican que este descenso se debe al efecto disuasorio que está consiguiendo la actuación de la Policía Local, que habría erradicado prácticamente la prostitución callejera en el entorno de Nervión y Sevilla Este. No obstante, según ha podido comprobar este periódico esta semana, las mujeres que ejercen la prostitución han vuelto a estos barrios residenciales y su presencia se ha reforzado bastante en los polígonos industriales.

Los vecinos de la asociación Huerta del Pilar, en Nervión, mostraron este jueves su malestar por el repunte de la prostitución en la zona. "Esto es una sorpresa desagradable, pues pensábamos que habían desaparecido casi por completo", apuntó José Carlos Díaz.

Los residentes del entorno de la calle Santo Domingo de la Calzada han sufrido durante muchos años problemas de convivencia provocados por la existencia de la prostitución callejera. "Pero desde que se dictó la normativa, hace un año aproximadamente, ha ido desapareciendo de forma progresiva, ya no se ve esa exhibición sexual, ni las peleas ni la suciedad que ocasionaban, esto demuestra que el problema se está solucionando", confió este portavoz vecinal que admitió que en las últimas semanas escucha decir que algunas noches se ve alguna prostituta de nuevo por la zona. "Alguna queda", apuntó satisfecho, no obstante, porque la cifra se ha reducido notablemente desde el pasado otoño, lo que atribuye a la mayor presencia policial en las calles de Nervión. "Si no hay clientes, no hay demanda", insistió.

El Ayuntamiento asegura en que la Unidad de Intervención Nocturna realiza rondas de vigilancia "a diario" por las zonas en las que más incidencia tenía esta práctica, pero que en la mayoría de las ocasiones "no se registra la presencia de prostitutas ni clientes". En total, se han redactado desde enero 168 informes por distintas actuaciones. No obstante, según ha podido constatar este periódico, los controles policiales también han disminuido en estos meses de verano.

Los agentes, cuando detectan la presencia de clientes, proceden directamente a su denuncia, que lleva aparejada una sanción económica que oscila entre los 750 y los 3.000 euros. En los casos en que se detecta la presencia de prostitutas se les identifican. Según los datos que maneja la Policía Local, africanas, eslavas y también españolas, cuyo número aumentó el año pasado, copan el mercado de la prostitución callejera en Sevilla. "La principal actuación policial es preventiva y disuasoria, se hacen grandes esfuerzos en este sentido y está dando sus frutos", garantizaron fuentes municipales. Una eficacia que es mucho menor en los polígonos industriales, para desesperación de los empresarios.