Cosmeticorexia: el nuevo fenómeno entre cremas, 'skincare' y maquillaje, que azota a los adolescentes

Los profesionales sanitarios alertan del aumento de niños y jóvenes que hacen uso de cremas, productos cosméticos y maquillaje con componentes que no son adecuados para su edad

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Una joven se maquilla siguiendo los pasos que explica una 'influencer' en un vídeo.
Una joven se maquilla siguiendo los pasos que explica una 'influencer' en un vídeo. / José Luis Montero

Alejandra -pero podría ser Jaz, Valeria y Natalie, entre las miles de protagonistas que pueblan Tik Tok con solo hacer una búsqueda rápida- enciende su aro de luz, pone su móvil a grabar y arranca una rutina de cuidado de piel nocturno. Lo que se conoce como skincare. En menos de cuatro minutos despliega hasta ocho botes sobre la mesa. Detalla los precios, pero no se detiene en explicar usos, propiedades y componentes. Cera, jabón, agua de avena, sérum, una crema y otra y otra. En un momento dado mezcla dos para "crear un potingue" sin saber muy bien -lógico y normal- "qué pasará con mi cara". El vídeo acumula unas 6.000 visualizaciones y la narradora roza -si acaso- los 15 años. No es la única. Tampoco la primera ni la última. Y los hay con edades menores. Los expertos advierten que este tipo de contenidos alimentan un fenómeno que ya tiene nombre propio: cosmeticorexia. La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) lo define como "la adicción a cosméticos por parte de un considerable número de personas, debido a la enorme importancia que la sociedad actual concede a la imagen".

Sin ánimo de buscar culpables, redes sociales como Tik Tok e Instagram son las principales vías de proyección de un mundo irreal lleno de filtros y capas que corrigen la naturalidad. Pieles perfectas, físicos despampanantes y tratamientos que van desde los más caseros, como la rutina de tratamiento facial antes descrita, a los que implican cirugía estética. Todo ello, en la mayoría de los casos, sin control ni supervisión por parte de profesionales. No es de extrañar que los principales consumidores de estas plataformas, los pre y adolescentes, sean los más vulnerables en cuanto al fenómeno en cuestión. De hecho, la AEDV advierte que "este segmento de población tiende a un empleo de elementos estéticos sin control, frecuentemente innecesarios cuando no abiertamente contraproducentes. Es el caso, por ejemplo, de los productos para la piel con activos, que deben ser seleccionados por el especialista y, generalmente, ser limitados a casos de acné, eczema o psoriasis".

Los expertos sevillanos consultados advierten que la cifra de pacientes, con edades comprendidas entre los 8 y los 15, ha aumentado en los últimos años a cuenta de este fenómeno. También alertan de que el uso -incorrecto- de cremas con componentes tan agresivos -para pieles jóvenes- como el retinol pueden provocar alergias, intolerancias, envejecimiento prematuro o acné. Consecuencias más graves que el caballo de batalla que pretenden combatir. "Muchos adolescentes que tienen problemas" cutáneos "buscan la solución en redes sociales", explica a este periódico Natividad López, dermatóloga del grupo IHP y del Hospital Victoria Eugenia Cruz Roja. El problema, a su juicio, es que "se creen todo lo que ven", porque parece que sus ídolos "tienen una piel perfecta". Lejos de banalizar esta cuestión, la experta considera que muchos menores que acuden a su consulta lo hacen por problemas de autoestima que esconden un amplio espectro de trastornos: de la ansiedad al límite de la personalidad.

El maquillaje a edades tempranas también conlleva riesgos.
El maquillaje a edades tempranas también conlleva riesgos. / José Luis Montero

Un mal uso puede desencadenar alergias, acnés o irritación cutánea

López mete el maquillaje en el mismo saco, porque "una cosa es usarlo para una fiesta de disfraces y otra para el día a día". Sobre esta cuestión también coincide Lara Ferrandiz, dermatóloga de la clínica Novaderma. Esta segunda experta hace hincapié en que, aunque su empleo pueda "ser divertido" para las adolescentes e incluso consiga el efecto de imprimir seguridad, "usarlo en exceso o utilizar productos inadecuados puede tener consecuencias inesperadas" como irritación cutánea, deshidratación, alergias, acné y brotes. La salud mental también puede sufrir secuelas ligadas a la bajada de autoestima, las comparaciones constantes y la dependencia.

"La misión de los profesionales y familiares es promover hábitos saludables", apunta Mercedes Sendín, dermatóloga del Hospital Universitario Virgen del Rocío y de Demax Clinic, quien aboga por "cambiar el foco" y redirigirlo de un "ideal de belleza que no es el adecuado a la edad infantil" para pasar al "cuidado de la salud" física, pero también mental. Fotoprotección e hidratación, "especialmente en niños con dermatitis atópica", son clave a ojos de Sendín. En esta misma línea, Ferrandiz sostiene que "el cuidado de la piel es importante en todas las etapas, pero las recomendaciones sobre cuándo empezar a cuidarla dependen de varios factores, como la exposición a ciertos elementos y las necesidades específicas de cada edad".

Cuidado por etapas

En este sentido, Ferrandiz desaconseja el "uso de productos cosméticos" en niños que tienen de 0 a 12 años. Su piel "es muy delicada y necesita cuidados simples" como "protector solar, mínimo SPF 30, cuando haya exposición al sol, e hidratación". Sobre esto último matiza que "si la piel es seca o sensible", lo más adecuado es "usar cremas o lociones humectantes suaves y sin fragancia".

Una preadolescente se maquilla.
Una preadolescente se maquilla. / José Luis Montero

Durante la etapa adolescente, que va de los 12 a los 18, "muchos jóvenes comienzan a experimentar cambios hormonales que pueden provocar acné, piel grasa o puntos negros", señala la dermatóloga. Por ello, "es un buen momento para empezar una rutina de cuidado básico" con tres pasos muy simples: limpieza utilizando un limpiador suave para mantener los poros libres de impurezas, hidratación a través de productos ligeros que no obstruyan los poros y protección solar para prevenir daños futuros. Es en el periodo que va de los 18 a los 25 años cuando se empieza a introducir la exfoliación, 1 o 2 veces por semana, para mantener la piel suave y libre de células muertas. Y también productos con antioxidantes, como la vitamina C.

El siguiente escalón

Lo cierto es que una vez "agotadas las vías de la dermocosmética hay que subir otro escalón y cada peldaño es más arriesgado", apunta Francisco Íñiguez, especialista en cirugía plástica, estética y reparadora. Como sucede con las rutinas de skincare, también se empieza antes con las inyecciones de bótox y de ácido hialurónico. Un plano en el que interpreta un papel fundamental "lo profesional que sea el médico" para, en opinión de Íñiguez, desaconsejar hacer empleo de ello "con 18 o 20 años, porque es demasiado pronto". Revela que el aumento de labios con ácido hialurónico es el tratamiento con más demanda. Una técnica mínimamente invasiva cuyos efectos van disminuyendo poco a poco. Sin embargo, el especialista advierte que "nunca vuelve a su forma original", porque "se ha demostrado que es irreversible". "No podemos mentir diciendo que se va del todo", asevera Íñiguez.

El aumento de personas que deciden someterse a este tipo de tratamientos responde "a la banalización" que se hace sobre ellos y al "cambio que estamos viviendo como sociedad respecto a la imagen corporal ideal". Técnicas que son tratadas con la misma ligereza "que ir a la peluquería" cuando, en realidad, "le estás cambiando la cara a una chica de 18 años".

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