¿Pagan los sevillanos ahora más o menos por impuestos y tasas municipales? Por primera vez, el Ayuntamiento de Sevilla, a través de su Delegación de Hacienda, ha elaborado un estudio de los ingresos propios municipales que ofrece una completa fotografía de la fiscalidad y la situación presupuestaria del Consistorio en la última década, en concreto, en los últimos dos mandatos y medio. Y que se presenta como una herramienta oportuna y con rigor técnico en el marco de los trabajos que se están realizando para la aprobación del próximo presupuesto municipal.

De entrada el estudio lanza tres datos que confirman una tendencia a la baja iniciada en 2017, después de tres años de subidas, que concluye en una pérdida de la autonomía financiera del Ayuntamiento de Sevilla, que ha pasado de cubrir algo menos del 57% de su presupuesto con recursos propios en 2011 a cubrir únicamente un 48%. Un porcentaje que ha ido fluctuando y que alcanzó el máximo en 2016, gobernando ya Juan Espadas.

En primer lugar, el informe constata que los ingresos por impuestos y tasas han caído en los últimos diez años y que los ciudadanos pagan ahora menos a la Administración local. ¿Cuánto menos? En euros, los ingresos propios son unos 20 millones  menos que en hace diez años. Pero si se miran los recibos se aprecian caídas significativas que ayudan a comprender mejor esa pérdida de ingresos. 

Un ejemplo: por una casa con un valor catastral medio de 50.000 euros se pagaba en 2011 423 euros. Y ese mismo inmueble, normalmente con un valor catastral más alto por las actualizaciones, paga ahora 382,84 euros, un  10% menos. El informe apunta algo más: si se tiene en cuenta una variación del IPC del 6,3% , este propietario paga un 15% menos que hace diez años y ha llegado a pagar en años anteriores hasta 456 euros.   

Otro caso más: una reforma en una casa por 15.000 euros suponía en 2011 una cuota de 600 euros. Y actualmente la cuota es de 487 euros. Para proyectos mayores la situación es la misma: una obra inmobiliaria de dos millones de euros pagaba en 2011 80.000 euros y ahora abona 65.000 euros.

Los datos también confirman que Sevilla es una de las grandes ciudades con menor presión fiscal en términos globales a la hora de evaluar las principales tasas e impuestos. En concreto, según los indicadores que maneja el gobierno municipal, Sevilla ocupa el puesto número 6 entre las 12 capitales españolas en el caso del precio del IBI y entre las 46 ciudades españolas tiene el puesto 25. En el IAE, de las 12  capitales españolas ocho tienen coeficientes más altos y, en el caso del sello del coche, sólo dos ciudades tienen precios más bajos. En el impuesto de plusvalías sólo una capital tiene un coeficiente más bajo. Y en el ICIO de las 12 sólo dos tienen un tipo más bajo.

Por último, el estudio recoge el impacto que la crisis del Covid ha tenido en las arcas municipales, un golpe que lastra este balance. Así, en el año 2020 la reducción de los pagos por impuestos y tasas al Ayuntamiento fue de más de 31 millones de euros, sin contar los organismos autónomos o empresas, con respecto al año 2019. Fue ampliamente el ejercicio con menos ingresos de la década tanto por las reducciones y exenciones como por la caída de la actividad.

En estos momentos, el Ayuntamiento de Sevilla concede bonificaciones por importe de 23 millones de euros. Las ordenanzas municipales regulan una serie de beneficios al servicio de políticas de solidaridad social, impulso de la actividad económica, defensa del medio ambiente y fomento del empleo. Así hay desde bonificaciones en los recibos para familias numerosas a otras por el uso de energías renovables y hasta créditos fiscales por crear empleo. En total son 24 tipos de reducciones.