DERBI En directo, la previa del Betis-Sevilla

José Antonio Muñoz 'Anchoa'

En cuarto de ruso sin ascensor

  • Sevillano del Porvenir, su calle favorita es el río en el que fue remero, seleccionador y director del CAR.

MIGUEL Muñoz, sevillano, y Concha Muñoz, catalana, se conocieron en un tren. Él le dijo que era torero. El engaño de grana y oro funcionó. "Formaban un matrimonio de Forges", dice el octavo de los nueve hijos de la familia Muñoz Muñoz. A este penúltimo vástago le encantan las penúltimas de Sevilla. Los hermanos mayores nacieron en la Plaza Nueva, un ático en Fernández y González con vistas al arquillo, y estudiaron en la Escuela Francesa. Los pequeños vinieron al mundo en el Porvenir y se formaron en el Colegio Alemán. A José Antonio Muñoz Muñoz (Sevilla, 1959) lo conoce casi todo el mundo como Anchoa. Y casi todo el mundo en su caso quiere decir casi todo el mundo: este sevillano hermano de la Paz y cuyo hábitat profesional y sentimental está junto a las Cigarreras fue seleccionador femenino de remo en Brasil o delegado de este deporte en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.

En 1962, hace medio siglo, se pusieron en marcha estas instalaciones deportivas del Real Círculo de Labradores. El mérito fue de Torrontegui, uno de los componentes de la delantera Stuka, y entre sus colaboradores figuró el padre de Anchoa, el falso torero del tren. Su hijo organizó durante seis años la regata Sevilla-Betis y fue director trece años del Centro de Alto Rendimiento. Aquí su ecosistema: a dos pasos del río Guadalquivir, junto a la Casa Botes, la mitad remo, la mitad piragüismo, "un matrimonio normalmente mal avenido", y ahí, en su particular Tiberiades, quiere que un día muy lejano venteen sus cenizas.

El niño creció entre remeros. "Hay muchos hitos de los deportes náuticos en Sevilla, pero yo empezaría por Sauquillo y Castelló, los primeros remeros sevillanos que van a unos Juegos, a Roma 1960. Mis hermanos mayores remaron con ellos". El etíope Abebe Bikila corría descalzo por la Ciudad Eterna y Anchoa tenía un año en su casa de Felipe II, su Escorial doméstico con un símil de Carmen Martín Gaite. Frente al Labradores cuyo proyecto diseñó el arquitecto Joaquín Díaz Langa, el Instituto Hispano-Cubano. "En el remo sevillano hubo un mecenas cubano, Pedro Abreu. Nos dio una prima por ganar un Sevilla-Betis. Se casó con la sobrina de un constructor de barcos de Orio, y en Guipúzcoa lo secuestró la ETA".

Los chavales juegan al tenis, al baloncesto, aprenden a remar. Enfrente, el Palacio de San Telmo, la fábrica de quien es jefe de departamento de la Empresa Pública del Deporte. Ese río que fue peaje de galeras le dio su particular descubrimiento del mundo. "Tengo fama de innovador, pero yo todo lo he copiado, porque viajo mucho". El Descubrimiento cristaliza en la Expo. Jacinto Pellón lo pone al frente del programa de deportes de la Expo tras el accidente de tráfico que le costó la vida a Felipe del Valle.

El Labradores es un gozne entre el 29 y el 92. "Con Pellón las broncas eran continuas, pero con buen rollo. Decía que el deporte del 92 era para Barcelona y le tuvimos que dar mil vueltas. Usamos el trampolín de los pabellones. Con el de Nueva Zelanda organizamos un torneo de rugby; con el de Cantabria una regata de traineras; con el de Finlandia, esquí con patines. Trajimos la regata Sevilla-Betis-Oxford-Cambridge y un mitin de atletismo al que vinieron Carl Lewis y Ben Johnson". El sueño olímpico de Alejandro Rojas-Marcos dejó secuelas como el Centro de Alto Rendimiento. "Fue dar en la diana. Se inauguró el 15 de enero de 1994 y en los diez primeros años generó en la ciudad 250.000 noches de hotel".

Cuatro varones, Nuria y otros cuatro varones. "La chica nos aglutina. Es una arrocera de primera calidad". Digna heredera de la madre catalana, "de misa diaria y espíritu liberal". Falta a las cumbres familiares Javier, el sexto, llamado el Canijo. "Murió en el 92 en un accidente de tráfico". El año que Anchoa conoció a su chica. "Ella trabajaba en la Expo y coincidimos en el auditorio de la Cartuja la noche que lo inauguró Rocío Jurado". Es la madre de Ana y Blanca. Antes nació Ignacio, que también remó y es cámara de la televisión del Sevilla.

En la otra orilla, el muelle de Nueva York. Un topónimo que le remite a su modelo de ciudad. "Conozco a Maria Whittenberger y Anne Welles, máximas responsables de la maratón de Nueva York. El alcalde Bloomberg les expresó las quejas por las molestias en la ciudad. Le demostraron que el impacto económico de la prueba dejaba en la ciudad doscientos millones de dólares". Percibe en la próxima edición de la maratón de Sevilla unos aires neoyorquinos. "Por primera vez va a atravesar uno de los cascos históricos más bonitos de Europa. No es de recibo que entre y salga del estadio de la Cartuja por una cuestión de rentabilidad política y pase por los polígonos industriales. La maratón tiene que atravesar la Plaza Nueva y parar el tranvía".

El octavo Muñoz Muñoz está en cuarto de ruso. Será el octavo idioma de su particular torre de Babel, su rascacielos de palabras. "Mi hermano Javier hablaba alemán perfectamente, fue intérprete de Ernst Happel cuando vino a entrenar al Sevilla y de la selección de remo de Alemania que estuvo en Sevilla preparándose para los Juegos Olímpicos de Múnich 72". Remero del Volga y del Guadalquivir, el hijo de un Miguel Muñoz que no le ganó 12-1 a Malta compitió en dos Sevilla-Betis.

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