Los 46 municipios que componen el área metropolitana de Sevilla tendrán que duplicar la oferta de vivienda de protección oficial (VPO) que han venido realizando si quieren responder de una forma eficaz a las necesidades de sus vecinos. Y es que, frente a los 3.000 inmuebles de este tipo que se ponen al año en el mercado -una media que ha aumentado en el último lustro con la oferta de la capital-, se necesitan como mínimo 6.000, lo que se traduce en 60.000 en la próxima década.

Son los datos que maneja el propio gerente del Consorcio de la Vivivienda del Área de Sevilla, Juan Morillo, antiguo director general de Arquitectura y Vivienda de la Junta y que ha adelantado que el reto de los 33 ayuntamientos que, por el momento, han aunado fuerzas en este organismo es planificar el suelo suficiente como para "satisfacer", al menos, al 80 por ciento de esta demanda en los próximos diez años. Aunque considera que puede hacerse incluso en menos tiempo, en cinco o seis ejercicios. Por el momento, la Junta ya ha firmado convenios con 32 municipios del Consorcio, incluidos los grandes de Sevilla, Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas.

El dato sobre los inmuebles de VPO que serán necesarios se extrae de otras cifras que ya son conocidas. En la aglomeración urbana de Sevilla residen unos 370.000 jóvenes, la concentración más importante de toda la comunidad autónoma andaluza, atraídos por las oportunidades laborales. Esta población seguirá aumentando, teniendo en cuenta la gran cantidad de nuevos parques empresariales y tecnológicos proyectados.

Considerando los datos del Observatorio de la Vivienda y las edades de emancipación en Andalucía, muchos de estos jóvenes no tendrán más remedio que buscar una VPO cuando quieran formar su propio hogar y es ahí de donde se extrae el dato de unas 60.000 viviendas a precio tasado en diez años.

"Si el objetivo a nivel de Andalucía es garantizar 300.000 VPO en los próximos diez años y el peso poblacional del área de Sevilla es del 18 por ciento, estaríamos hablando de entre 55.000 y 60.000 viviendas", considera. Morillo aclara además que el perfil específico de la demanda VPO en el área, diferente de las zonas más rurales, es ese: el de una población sobre todo joven y que empieza un nuevo proyecto de vida. Una de las novedades del consorcio es que quiere que la respuesta a estas necesidades sea "satisfactoria", una palabra que repite constantemente Morillo. Y para ello será clave un estudio mucho más exhaustivo que ya se ha encargado al Instituto de Estudios Sociales Avanzados, en el que se analizará no sólo el número de demandantes de VPO, sino "dónde viven ahora, dónde trabajan, qué desplazamientos tienen que hacer para sus tareas cotidianas y qué tipo de hogar necesitan estos jóvenes", cuestiones que hasta anora no se había tenido en cuenta.