Francisco Correal
De Sevilla a Dublín con viaje de vuelta
Guardería Las Tres Torres
La directora de la Escuela Infantil Las Tres Torres, María del Dulce Nombre Felices Sánchez, declaró ayer en calidad de imputada en el juzgado de instrucción número 7 de Sevilla, donde reconoció que en dicha guardería -conveniada con la Junta- se servía un menú por cada tres niños, motivo por el cual se ha abierto una investigación tras denunciar 17 familias el desajuste entre los menores matriculados en el comedor y el número de menús que se encargaban al catering que los preparaba. En su declaración, la propietaria de este centro alegó que había suficiente comida y que los niños estaban bien alimentados, aunque admitió que en ningún momento consultó a un nutricionista para saber si dicho reparto era el conveniente.
La imputada reconoció que el número de menús no se correspondía con el de niños inscritos en el servicio de comedor, pero justificó este desajuste en la abundancia de comida de la que constaba cada menú y en su "experiencia" en este tipo de centros. Según el acta de declaraciones a la que ha tenido acceso este periódico, la propietaria de la guardería detalla que existían dos tipos de menús: uno para bebés y otro de "enteros", que consistía en un primer plato que Colecatering -empresa encargada de suministrar los menús- entregaba en un recipiente y que posteriormente se repartía en cuencos individuales, un segundo que venía en bandejas envasadas "no individualizadas" que también se repartía y el postre. La declarante aseguró en todo momento que "de un menú pueden comer dos o tres niños", algo que había comprobado por su "experiencia", ya que ha estado cuatro años contratando el mismo catering. Sin embargo, dicho reparto no estaba avalado por un especialista. En este sentido, la directora de Las Tres Torres admitió que "no había sido asesorada por ningún nutricionista para decidir si lo que se le daba a los niños era suficiente", una decisión basada en la creencia de que "con eso los niños comían bien", ya que después del almuerzo "no lloraban".
La declarante también justifica el reparto de un menú por cada tres niños en la inexistencia de una normativa que establezca que deba ser un menú por cada menor, por lo que en su declaración insiste en que la comida que se proporcionaba era "suficiente". En cuanto a las pruebas gráficas aportadas a la investigación, la responsable de la escuela infantil mantiene que "no son correctas", en tanto que los cuencos donde se repartía el primer plato se llenaban "prácticamente hasta arriba", algo que contrasta con el informe de la inspectora de Educación que visitó la guardería en marzo, cuando alertó de que los cuencos sólo estaban llenos hasta la mitad.
Respecto a dicha inspección, la directora señala que la visita se realizó cuando los niños ya estaban comiendo, por lo que no vio la cantidad total de comida suministrada por el catering. A ello añadió que no guardaba las copias de los albaranes -reclamados ese día por la inspectora- por "ignorancia". Además, la imputada asegura que "nunca se le comunicó el resultado de la inspección" y que no le llegó ninguna notificación por parte de la delegación provincial de Educación hasta el 27 de mayo, cuando se le comunicó la revocación del convenio. En esa fecha tuvo otra inspección en la que se le instó a pedir un menú por niño, "lo que está haciendo desde entonces", según recoge la declaración.
La directora de Las Tres Torres también manifestó ayer ante el juez que llamó en varias ocasiones a Colecatering para que se personasen en la guardería con el fin de despejar cualquier duda sobre si la cantidad de comida era suficiente. "Al principio no fueron, pero luego sí por la insistencia", afirmó Felices Sánchez, quien recuerda que a raíz de que este caso se hiciera público "el catering comenzó a mandar menos comida", por lo que se levantó acta notarial que fue entregada ayer al juez junto a un dictamen pericial de un pediatra encargado a finales de mayo tras prometérselo a los padres. Después de suspender el contrato con Colecatering, la declarante se lamenta de los problemas que ha tenido para encontrar otra empresa que les prepare la comida por "la repercusión mediática" que ha tenido el asunto.
Por otro lado, ayer también declararon María del Rosario R. V. y Ángela M. C., auxiliares de la guardería. La primera aseguró que comprobó en su casa que el contenido del cuenco era similar al de "un plato de comida", mientras que el segundo "estaba más corto". La segunda auxiliar recordó que en "alguna ocasión varios niños querían comer más".
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