Ni tirarlo al contenedor marrón ni por el fregadero: cómo y dónde depositar el aceite de cocina usado en Sevilla si quieres evitar una multa
Los aceites domésticos son un residuo altamente contaminante que pueden dañar tanto las redes públicas de saneamiento como los ecosistemas acuáticos
El aceite de cocina usado es una de las fracciones sometidas a recogida selectiva por parte de Lipasam, como las pilas o el textil. Estos residuos utilizan sistema de separación y recogida diferentes con el objetivo de favorecer el reciclaje y su valorización. En este sentido, la ordenanza municipal de limpieza pública y gestión de residuos municipales de Sevilla establece la obligación de segregar y depositar el aceite de cocina usado en el contenedor correspondiente y multas por no hacerlo.
En la actualidad, Lipasam dispone de contenedores especiales para depositar los aceites domésticos usados identificables por su rótulo naranja. Estos contenedores se ubican en los puntos limpios y en las dependencias municipales de todos los barrios de la ciudad, que se pueden consultar en este mapa. Pero ¿por qué es importante separar el aceite de cocina y cómo debe depositarse en estos puntos?
¿Por qué es importante separar el aceite de cocina usado?
El aceite usado es un residuo de grasas de origen vegetal y animal que se genera tras ser utilizado en la preparación, el cocinado y el condimento de alimentos en el ámbito doméstico, centros e instituciones, hostelería, restauración y análogos. Actualmente se consumen unas 850.000 toneladas de aceite y se estima la generación de unos 150 millones de litros anuales de aceite vegetal usado.
Desechar los aceites de ocina usados por fregaderos, inodoros u otros elementos de la red pública de saneamiento implica riesgo de atascos de tuberías e incrementos en los costes de depuración de aguas residuales, incluso en cantidades pequeñas. Asimismo, se trata de un residuo contaminante que puede llegar a formar una película superficial en aguas de ríos o lagos, lo cual afecta al intercambio de oxígeno y perjudica a los seres vivos de esos ecosistemas. Se estima que un litro de aceite puede contaminar mil litros de agua.
El aceite de cocina depositado en los contenedores de recogida selectiva se dirige luego a una planta de tratamiento, en la que un gestor autorizado los somete a un proceso de decantación y filtrado. Este aceite tratado genera residuos no peligrosos y puede utilizarse para la producción de biodiésel o como glicerina en la industria cosmética, lo cual permite alargar la vida útil del producto y fomentar la economía circular.
¿Cómo desechar el aceite de cocina usado?
Los sevillanos están obligados a separar y depositar los aceites usados en los sistemas de recogida establecidos. Según el artículo 105 de la ordenanza municipal de limpieza, estos residuos han de desecharse de manera que se evite su vertido a la vía pública, por ejemplo, en envases de plástico que no se fracturen debidamente cerrados.
Asimismo, los establecimientos hosteleros, comerciales e industriales que generen aceites usados "deberán disponer de los correspondientes acuerdos con empresas gestoras debidamente registradas para estos residuos, debiendo poder acreditar la entrega de dichos residuos a las mismas mediante los correspondientes contratos, albaranes o cualesquiera otros documentos establecidos en la normativa en materia de residuos".
¿Cuál es la multa por no separar el aceite de cocina usado en Sevilla?
La ordenanza municipal prohibe expresamente el vertido de aceites domésticos usados por los desagües o a las redes públicas de saneamiento. Así, se tipifica como infracciones leves "no separar o mezclar los residuos que se depositen en los contenedores cuando esté establecida la modalidad de recogida selectiva para determinados residuos" y cualquier actuación contraria a lo establecido en la ordenanza, cuando no esté catalogada como grave o muy grave.
Por tanto, derramar el aceite de cocina usado por el fregadero, tirarlo en un contenedor no destinado a la recogida selectiva de este residuo o depositarlo de forma que derive en su vertido sobre la vía pública puede acarrear a los sevillanos sanciones de hasta 750 euros.
La normativa castiga asimismo a las personas reincidentes, que serán castigadas cuando hayan incurrido en una o más infracciones firmes de igual o similar naturaleza en los 12 meses anteriores. En este sentido, la acumulación de infracciones leves podría dar lugar a una infracción grave, con multas de 750 a 1.500 euros. Las infracciones leves prescribirán en el plazo de seis meses.
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