El dron de los Bomberos que cayó al río tenía autorización de vuelo

El SAB dice que el director de Emergencias “solicitó y autorizó” el vídeo

Exigen 1.500 euros al Consistorio por el coste del aparato

Los Bomberos se preparan para lanzarse en una tirolina durante el ejercicio en el que cayó el dron.
Los Bomberos se preparan para lanzarse en una tirolina durante el ejercicio en el que cayó el dron. / Antonio Pizarro
R. S.

10 de junio 2019 - 01:00

El dron pilotado por un Bombero que cayó al río Guadalquivir durante la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Sevilla estaba autorizado por la Delegación de Seguridad. Así lo ha asegurado el Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB), que ha asegurado a este periódico que el director General de Emergencias pidió “expresamente al bombero que utilizara su dron para grabar el ejercicio”.

Como consecuencia de la caída del dron, la asociación de pilotos de drones Asemerpas (Asociación Seguridad y Emergencias con RPAS) presentó una queja al Ayuntamiento, en la que que ponía de manifiesto que el dron accidentado estaba pilotado por un bombero desde el paseo del Marqués de Contadero y que “no se ha podido verificar” que el vuelo estuviera autorizado por la administración local, “extremo este último difícil de creer puesto que él que solicitó y autorizó la grabación de las imágenes con el dron fue el mismo director general de Emergencias del Ayuntamiento de Sevilla, Rafael Pérez”, sostiene el SAB en un comunicado.

Durante el ejercicio que iba a ser grabado con el dron, los bomberos cruzaban el río en una tirolina desde la azotea de un edificio ubicado en la Plaza de Cuba hacia la otra orilla del río.

Para el SAB, también resulta difícil de entender que en un evento como el de las demostraciones operativas de las Fuerzas Armadas, donde la seguridad era máxima y todo estaba rodeado de agentes de la autoridad, “se pudiera volar un dron sin tener autorización para ello”. Sin embargo, lo que al SAB le parece “más llamativo es que el Ayuntamiento diga que el Dron no pertenece al cuerpo de Bomberos, sacudiéndose así toda responsabilidad sobre el hecho y dejando tirado al bombero que puso su propio dron al servicio del Ayuntamiento”.

El secretario general del SAB, Manuel Poó, consideró ayer “inadmisible que el director no dé la cara y deje tirado al bombero que siguió sus directrices”, por lo que anunció que esta organización sindical “va a exigir al alcalde de Sevilla que abone el coste de la pérdida del dron, con un precio estimado en 1.500 euros y que además el director de emergencia, Rafael Pérez, dé la cara y asuma la responsabilidad de sus hechos”. “Estamos hartos de que el director de emergencias nos utilice para sus fines”, añadió Manuel Poó, que agregó que “este trato vejatorio y esta falta de respeto tienen que terminar ya”.

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